La música y la comida son dos deleites del hombre por excelencia, pero combinar ambos en una vampaña no es tarea sencilla, y menos si se trata del ritmo que produce el “ukulele” con el sabor del atún. Sin embardo una marca alemana de nombre FollowFish, aceptó el reto y lanzó una campaña para promover la sustentabilidad de su producto, para esto se encuentran realizando diferentes sesiones músicales por las diferentes ciudades alemanas, al ritmo del sonido de un ukulele que tiene la peculiaridad de estar construido en parte con una lata de atún.
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