Hay una nueva tendencia que gana terreno en las redes sociales: el “deinfluencing” o “des-influenciar”. Opciones más económicas o amigables con el medioambiente, además de una crítica al consumo excesivo son algunos de los temas que abordan estos usuarios. Entonces la pregunta es ¿la “des-influencia” no termina siendo una nueva forma de influencia?