Uno de los eventos deportivos más vistos a nivel mundial año con año es el Super Bowl, cuya edición número XLVII se vio marcada por un apagón que además de retrasar la reanudación del partido por poco más de media hora, sirvió como estrategia de marketing para marcas como Oreo; sin embargo, la repetición de una situación similar parece poco probable gracias a un acuerdo de patrocinio