Incluso debido a la falta de información respecto a las causas y la prevención, el intento de suicidio llega a considerarse como una manera en la que niñas, niños y adolescentes buscan llamar la atención. Sin embargo, seguirá siendo incomprensible hablar de prevención mientras sigamos asociando este fenómeno a la culpa, los mitos y tabús e ignoremos las circunstancias estructurales que lo producen.
Pero, ¿Cómo podemos prevenir el suicidio en niñas, niños y adolescentes?
En primer lugar, debemos entender al suicidio como el resultado de una compleja interacción entre componentes genéticos, psicológicos y biológicos. Además, la dificultad para socializar, los duelos y pérdidas en proceso por fallecimientos de personas cercanas, así como la violencia y el maltrato son los principales factores que afectan seriamente a la salud mental de muchas personas, especialmente de las niñas, niños y adolescentes.
En muchos casos un intento de suicidio no se traduce literalmente en un deseo de morir, sino más bien en una escapatoria de una situación que atormenta y a la que no se le encuentra solución.
Por eso es importante que lo identifiquemos a tiempo. En el caso de las niñas, niños y adolescentes es fundamental que promovamos ambientes de crianza con ternura, amor y respeto, pues eso nos ayudará a identificar las primeras señales de alarma ante un posible intento suicida. Asimismo, es vital acompañar, escuchar y comprender sin enjuiciar. No dejarles solas ni solos y permitirles que nos compartan sus emociones para iniciar una conversación en torno a la prevención.
¡Es urgente cuidar la salud mental! Desde Save the Children diseñamos estrategias para sensibilizar y brindar herramientas para comenzar a construir un modelo preventivo enfocado en el cuidado de la salud mental de niñas, niños y adolescentes; conócelo aquí.