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Sex and the City ha sido una de las fórmulas más explotadas en la industria de series y con la llegada del streaming se convirtió en un producto que ayudó a HBO, cadena que por décadas ha detonado la historia, a anclarse en este formato digital. Ahora una polémica ha llegado al estreno de la última temporada de esta serie.
Este tipo de historias tienen un común y es que se trata de franquicias que han logrado llamar la atención de las audiencias con un enfoque interesante y es el uso de franquicias para hacer de tramas fórmulas constantes de ganar dinero, donde los contenidos originales destacan por ser el motivo que lleva a las audiencias por preferir el formato digital de consumo de historias.
Invariablemente esto ha permiso un alcance único en el mercado, de recursos creativos que han alcanzado el interés del consumidor ya no solo en sintonizar historias, también en comprar productos relacionados a las series en el momento de su estreno, hábito que se convirtió en una fórmula de venta que aprovecharon plataformas como Disney+.
Cuando la famosa app estrenó Wandavisión, de inmediato se activó un formato de tienda en línea que se dedicó a vender productos relacionados a los episodios emitidos.
Este formato de inmediato patentó la importancia que tienen las historias como fórmula de venta y lo interesante que se vuelve para las audiencias un personaje o una historia al grado de generar toda una tendencia en redes sociales por su aspecto.
Carrie Bradshaw es tendencia inesperada en redes
Sarah Jessica Parker es la actriz que por décadas ha dado vida a Carrie Bradshaw, la neoyorquina que ha contado sus peripecias lo mismo casándose con Big, trabajando para Vogue o viviendo una vida idílica Gracias a su sueldo de escritora especializada en la vida común.
Esa ha sido la historia de SATC con un común en toda esta aventura, el estilo característico de una mujer cuya personalidad se ha basado en el factor fashionista que hasta ahora le había dado una identidad única, hasta que el personaje cayó en manos de Molly Rogers y Danny Santiago, estilistas que sustituyeron a Patricia Field, quien dio esa personalidad única y convincente a Bradshaw, solo que por estar trabajando para Netflix con Emily in Paris, no ha podido aceptar el encargo en HBO, lo que ha puesto en un dilema creativo a la serie ahora que son evidentes las quejas de la audiencia con el estilo en ropa que ha adquirido la actriz en los primeros adelantos que ha dado de la temporada dos de Just Like That, con una imagen en su cuenta de Instagram, en donde la críticas no se hicieron esperar en su contra, lamentando su nuevo aspecto, que poco tiene que ver con el sello Bradshaw, que ayudó en gran parte a serie y marcas de lujo como Manolo Blanhik, Fendi, Dior y muchas más, consolidarse en la atención de las audiencias y de los consumidores.
Tan solo los comentarios que se han hecho en su misma publicación donde da adelantos de la nueva temporada, con ella luciendo en medio de capas de tela con todo tipo de estampados y un bolso Pierre Cardin vintage, estos lamentan el aspecto que ha tenido el personaje principal de la serie en su regreso.
Es interesante ver con ello cómo las audiencias se han hecho de hábitos cada vez más consolidados ante la historias que consumen, donde un punto es importante de comprender y es la capacidad de lograr que una historia conquiste.
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