Los espectadores deben tener acceso a grandes historias y a “encontrar entretenimiento de la manera que mejor les acomode” fue la conclusión a la que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas llegó luego de revisar, por petición de Steven Spielberg, presidente de la rama de directores, el modelo “comunitario” de distribución de Netflix hace menos de un año. En esa temporada de premios, Netflix recibió 15 nominaciones al Oscar, principalmente gracias a “Roma”, una película de corte independiente que curiosamente, a pesar de haber sido concebida, por sus características de audio, para verse mejor en una sala de cine, había elegido a la plataforma como su medio de distribución. A Alfonso Cuarón se han sumado otros directores que han encontrado en Netflix el mejor medio para realizar sus producciones y que parecen haberla hecho, como resultado, el medio más adecuado para el desarrollo de cineastas y producciones que otros estudios no están tan dispuestos a apoyar por sus cualidades comerciales a proyectos más riesgos.
A finales de los 80’s e inicios de los 90’s, Miramax fue el estudio que, primero como distribuidora y luego como productora, dio cabida a títulos y artistas que han revolucionado la industria, baste citar a “Pulp Fiction”, “Sexo, mentiras y cintas de video”, “Criaturas celestiales”, “Cinema Paradiso” y sus respectivos creadores (Quentin Tarantino, Steven Soderbergh, Peter Jackson y Giuseppe Tornatore). En aquél entonces, la influencia del estudio cada vez se sintió más conforme fueron dominando distintas premiaciones y principalmente el Oscar. Las victorias comenzaron en 1990 con “Mi pie Izquierdo” obteniendo estatuillas a Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto para Daniel Day-Lewis y Brenda Fricker, respectivamente. En 1997 (“El paciente inglés”), 1999 (“Shakespeare apasionado”), 2003 (“Chicago”), 2011 (“El discurso del rey”) y 2012 (“El artista”) se llevó el premio principal, Mejor Película, habiendo años como el citado 2003 en el que recogieron nueve estatuillas. Si una forma de medir el éxito y el impacto de un estudio está en el número de nominaciones y premios que recoge en la ceremonia más importante (quizás no la de mayor credibilidad) a Miramax le iba bien. Más allá de ello, la relevancia del hoy extinto estudio está en la labor que hizo para apoyar el cine independiente y con ello a realizadores y talento que hoy soy claves en la industria.
Esta temporada de premios, el estudio que parece tener más filmes colocados entre las distintas premiaciones es curiosamente Netflix (es el más nominado en los Globos de Oro, aunque habrá que ver qué tal le va con Oscar) y eso es aún y cuando todavía existen controversias en torno a su modelo de distribución (si su ventana de exhibición es muy corta, sobre todo). Aun así, “El irlandés”, “Historia de un matrimonio”, “Los dos papas”, “Dolemite” y “Perdí mi cuerpo” han tenido una fuerte presencia; entre las 15 finalistas a Mejor Documental, Netflix es el único estudio con cuatro títulos: “American Factory”, “The Edge of Democracy”, “The Freat Hack” y “Knock Down the House”. Esta última es una de las categorías en las que ha tenido mayor presencia, de hecho, su primera nominación fue en ella en 2014 por “The Square”.
Ahora bien, lo interesante y que da para discutir y discutir es si los títulos anteriormente mencionados tendrían cabida en otros estudios y bajo un modelo de distribución/exhibición más tradicional. Por ejemplo, “El irlandés” tiene una duración de 3 horas y 29 minutos, y es un drama de ritmo inusual que si bien ha sido alabado por la crítica (tiene un 96% en el meta sitio Rotten Tomatoes), para la audiencia ha resultado un reto dado su ritmo y duración. El tratamiento del tema y ritmo, también han sido dos factores fuertemente mencionados de “Historia de un matrimonio”, un drama que se concentra en el divorcio de una pareja y que por muchos ha sido catalogada como “dolorosa” (en Rotten Tomatoes tiene un 95%). Quizás “Los dos papas” y “Dolemite” son un poco más “convencionales”, mientras que “Perdí mi cuerpo” es una rareza al ser un filme animado para adultos donde una mano busca su cuerpo. Es la primera película de su tipo en llevarse el Gran Premio de la Semana de la Crítica en el Festival de Cannes.
En tiempos donde los grandes estudios, por ejemplo, Disney, han sido criticados por dar poca cabida a filmes que no están basados en cómics o bien son secuelas, la libertad creativa que Netflix está ofreciendo a cineastas como Martin Scorsese, Alfonso Cuarón o Noah Baumbach, podría convertirlo en una alternativa interesante. Habrá que ver qué sucede, cómo se desenvuelve, pues al final el cine tiene la retadora tarea de ser un arte que también es una industria y ése, ése es un balance más que complicado.