“Resiliencia” es una de ellas. Pero basta leer los últimos estudios —como el de EY México sobre los desafíos empresariales 2025— para darnos cuenta de que no es una moda. Es una necesidad urgente: operativa, emocional y estratégica.
Y ojo: no solo para directores generales o áreas financieras. En marketing, branding y comunicación también tenemos que aprender a construir marcas más resilientes, innovadoras y humanas. Porque ese será el verdadero diferenciador en tiempos de incertidumbre.
1. Resiliencia: más que aguantar, es adaptarse con propósito
México vive una realidad compleja: inflación, ciclos electorales, cambios en tratados internacionales, competencia globalizada y consumidores cada vez más exigentes y emocionales.
En este contexto, ser resiliente no significa “aguantar” y ya, sino reconfigurarse.
Desde el marketing, la resiliencia implica:
- Diversificar canales y audiencias.
- No depender de un solo producto o tendencia.
- Ajustar presupuestos sin perder impacto.
- Escuchar al mercado en tiempo real.
- Construir marcas con valores sólidos que resistan el cinismo.
La resiliencia quizá no se note al inicio, pero sí en los resultados: marcas que no se quiebran cuando todo se sacude.
2. Innovación: no solo digital, también cultural
A menudo pensamos que innovar es solo invertir en tecnología. Pero en realidad innovar significa decidir distinto, atreverse a cuestionar lo que parecía obvio, experimentar sin garantías y lanzar aun sin perfección.
En México, las marcas que marcan tendencia no siempre son las que tienen más presupuesto, sino las que saben adaptarse con creatividad. Ejemplos como OXXO, Viva Aerobus o Little Caesars lo demuestran: innovar es entender al consumidor mexicano en su propio contexto cultural, emocional y económico.
Y también es un cambio cultural: dejar de castigar el error y empezar a verlo como aprendizaje.
3. Talento: el activo que no aparece en los balances
Si una marca presume propósito afuera, pero adentro trata a su gente como piezas reemplazables, el mercado lo nota. Hoy, el employer branding ya no es opcional: es parte del valor real que los consumidores perciben de una empresa.
El talento no es “recurso humano”: es quien ejecuta cada idea, responde al cliente, protege la reputación y amplifica la voz de la marca. En tiempos de alta rotación, el verdadero diferenciador está en la cultura interna y en cómo comunicas lo que vives dentro.
Desde el marketing, esto se traduce en:
- Coherencia entre lo que dices al cliente y lo que vive tu equipo.
- Equipos ágiles y empoderados, no burocratizados.
- Formación continua en creatividad, datos, estrategia, IA, ESG.
- Liderazgo emocionalmente inteligente, no solo carismático.
Como resume el estudio de EY: “La resiliencia no es solo estructural, es humana”.
En resumen
Las marcas que quieran sobrevivir —y crecer— no pueden seguir operando como antes.
- La resiliencia sin innovación es resistencia pasiva.
- La innovación sin talento se vuelve efímera.
- El talento sin propósito se fuga.
Juntas, estas tres fuerzas forman un triángulo virtuoso que sostiene cualquier estrategia, incluso en medio de tormentas.
Porque en tiempos de incertidumbre, no gana quien más grita, sino quien sabe escuchar, adaptarse y actuar con sentido.
Si lideras una marca o un equipo, este es el momento de preguntarte:
¿qué tan resiliente, innovadora y humana es hoy tu estrategia?
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group
Y recuerda: buscar para encontrar y encontrar para seguir creando.