Internacional.- Con la finalización de la Copa del Mundo de Brasil 2014 la euforia mundialista se diluyó (evidentemente); sin embargo, una gran cantidad de marcas parece haber confundido marketing mundialista con maketing dentro del futbol y han dejado de hacer actividades relacionadas al balompié cuando deberían de estar realizando completamente lo opuesto.

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Si bien es cierto que muchas firmas comerciales no cuentan regularmente con una estrategia de sports marketing y únicamente se acercaron al Mundial por tratarse de uno de los eventos más mediáticos del año, para aquellas marcas que llevan el futbol en su ADN el ‘postmundial’ se presenta como un periodo de gran aprovechamiento.

Y es que aún cuando el Mundial haya terminado, el furor por el futbol sigue a flor de piel, situación que varias marcas alrededor del mundo han sabido capitalizar. Un claro ejemplo de lo anterior es el futbolista colombiano James Rodríguez, quien tras brillar con su selección en Brasil 2014 fue fichado por el Real Madrid, club que en tan sólo una hora logró desplazar 900 jerseys con el dorsal 10.

Incluso la Liga Bancomer MX ha logrado capitalizar el efecto mundialista al conseguir durante el fin de semana pasado su máxima asistencia en los últimos dos años (270 mil 641 aficionados con boleto pagado), situación que evidentemente se debe a los efectos del Mundial y no al gran nivel del futbol nacional.

Situación similar acontece dentro de la pretemporada que varios equipos europeos (Bayern Munich, Roma, Real Madrid, Inter de Milán, etc) se encuentran realizando en Estados Unidos, donde las entradas han mejorada respecto a años anteriores.

Uno de los sectores demográficos donde el efecto puede ser visto de manera más clara es en los niños, quienes de repente han cambiado el Minecraft y el Plants vs Zombies, por el FIFA o un balón (aquellos que tengan pequeñines en casa no me dejarán mentir).

No cabe duda que el Mundial se fue, pero el balompié se ha quedado y las mayores ventajas serán para quienes logren ver y aprovechar la ‘inercia mundialista’ por encima de aquellos que sólo noten una ‘resaca mundialista’.