Las nuevas tecnologías pueden servir para los avances en medicina o en el campo de la investigación aeroespacial, pero también tienen otros usos, como preservar viejos clásicos que alguna vez fueron revolucionarios para su época.
Un interesante ejemplo de esto es la decisión de Porsche AG de utilizar piezas impresas en 3D para algunos de los repuestos o refacciones para sus vehículos.
El objetivo es solucionar uno de los mayores problemas de aquellos que tienen autos clásicos y quieren preservarlos lo más originales posible: la escases y el costo de muchas de las piezas de refacción.
Así es, dependiendo de la marca y el modelo de auto, muchas veces es casi imposible conseguir piezas originales y, si se encuentran, se venden a precios inaccesibles para muchos.
La impresión 3D puede erigirse como la técnica más rápida, económica y eficiente de producir repuestos para coches fabricados en series muy limitadas, como por ejemplo el Porsche 959.
“En el caso de unas cuantas piezas selectas de modelos específicos, Porsche utilizará una impresora 3D para hacerlas lo más parecidas y confiables. Cada parte será impresa tanto en plástico como en metal líquido, el cual después pasará a convertirse en miles de pequeñas capas cortadas a la perfección con láser”, explicaron en GQ.
Una apuesta a futuro
La impresión 3D es una obsesión para Porsche, que ya ha invertido en varias empresas dedicadas a eso. Diferentes startups especializadas en este tipo de impresiones, como la compañía Markforged, recibieron fondos por más de 57 millones de dólares de Porsche para mejorar sus logros.