Con la competencia y la digitalización, las promociones y ofertas han dejado de ser simples herramientas de atracción para convertirse en piezas estratégicas de las campañas de marketing de las marcas. Ante eso, este año se dio a conocer que por desconfianza los consumidores no están comprando en el Hot Sale; prefieren comprar de forma presencial.
Según un estudio reciente de NielsenIQ, el 64 por ciento de los consumidores mexicanos reconoce que las promociones influyen directamente en su decisión de compra. Este dato adquiere mayor relevancia cuando se cruza con el comportamiento post-pandemia: el consumidor está más informado, más conectado y mucho más sensible a los precios. Así, las marcas enfrentan un doble reto: destacar en un mercado saturado y mantener márgenes de ganancia, todo mientras se construye una lealtad sostenida.
En México, existen muchas campañas de ofertas, una de ella es el hot sale, donde Statista detalla que durante eventos como el Hot Sale o el Buen Fin, las promociones llegan a disparar las ventas hasta en un 300 por ciento para algunos retailers. Sin embargo, el desafío es mantener la promesa de valor más allá del precio: si la experiencia no acompaña, el efecto de la promoción será efímero.
¿No están comprando en el Hot Sale?
La edición 2025 del Hot Sale promete ser una de las más ambiciosas para el comercio electrónico en México, sin embargo, la confianza del consumidor sigue siendo el gran reto por vencer. A pesar de las atractivas promociones y de la consolidación de canales digitales, más de la mitad de los consumidores aún prefieren realizar sus compras de manera presencial, según un reciente sondeo realizado por Up Sí Vale.
De acuerdo con los resultados, el 54 por ciento de los usuarios se inclina por adquirir productos en tiendas físicas, mientras que sólo el 47 por ciento planea participar activamente en esta temporada de descuentos en línea. Esta dualidad refleja que, si bien el e-commerce continúa su expansión, enfrenta una barrera persistente: la desconfianza hacia los pagos digitales.
El informe expone que únicamente el 39 por ciento de los encuestados considera que los pagos digitales son seguros, y apenas el 35 por ciento los califica como fáciles de usar. En un momento en que la digitalización es clave para el crecimiento del sector, estas cifras colocan a la ciberseguridad como uno de los temas más críticos de la conversación pública y comercial.
La preocupación no es infundada. Datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) revelan que durante el primer trimestre de 2025 se reportaron 41 mil 969 reclamaciones por posibles fraudes financieros, de las cuales un 37 por ciento estuvieron vinculadas a operaciones electrónicas. En este contexto, los intentos de fraude digital tienden a dispararse durante temporadas de alto consumo, como el Hot Sale.
Asimismo, el sondeo de Up Sí Vale también muestra que uno de cada cuatro compradores ha vivido un incidente durante sus compras en línea, siendo los cargos no reconocidos el principal problema, con una incidencia del 62 por ciento. Estas experiencias, sumadas a la baja percepción de seguridad, explican por qué muchas personas siguen prefiriendo el contacto directo con el producto y el vendedor.
Aun así, la conciencia sobre las medidas de seguridad va en aumento. El 27 por ciento de los encuestados dijo comprar únicamente en sitios considerados seguros, mientras que un 24 por ciento ya implementa la verificación en dos pasos. Si bien son señales positivas, los expertos coinciden en que aún hay una brecha importante en la cultura de prevención digital.
Entre las categorías con mayor intención de compra durante el Hot Sale 2025, destacan los productos de supermercado y despensa (42 por ciento), seguidos de ropa y calzado (34 por ciento) y artículos tecnológicos y electrónicos (31 por ciento). Esto refleja una diversificación en el tipo de productos adquiridos en línea, lo que obliga a las marcas a reforzar sus sistemas de protección y atención al cliente.
Entre las principales recomendaciones para esta temporada se encuentran: evitar el uso de redes Wi-Fi públicas al realizar pagos, utilizar tarjetas con protección contra fraudes, monitorear constantemente los movimientos bancarios y desconfiar de promociones excesivamente atractivas.
Con esto vemos como el Hot Sale 2025 representa una gran oportunidad para el comercio electrónico, pero también evidencia que el crecimiento del canal digital depende, en gran medida, de la confianza del consumidor y de la capacidad de los actores del ecosistema para protegerla.
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