Microsoft publicó este lunes un nuevo paquete de parches de seguridad que incluye actualizaciones para Internet Explorer, Microsoft Edge, Microsoft Windows, Microsoft Office, Adobe Flash Player, entre otros, con lo que se cubren más de 50 vulnerabilidades.

Algunos de los parches recibieron la categoría de críticos, que es el más alto nivel de severidad, ya que el equipo de Microsoft considera que las fallas podrían ser explotadas remotamente por atacantes que buscan plantar malware diseñado para secuestrar computadoras sin necesidad de interacción de los usuarios.

La información publicada en su página oficial, señala que uno de los agujeros de seguridad más preocupante es un bug de corEmailruocion de memoria en Outlook, el cual permite a un hacker engañar remotamente a una computadora para que ejecute códigos maliciosos.

Dijo que como los equipos pueden ser comprometidos a través de la vista previa de un correo infectado en Outlook, la instalación de los parches de seguridad se convierte en prioridad, aun cuando todavía no se encuentre evidencia de que los cibercriminales estén explotando esta falla.

Agregó que otra serie de agujeros de seguridad ha sido encontrada en Edge e Internet Explorer, lo que hace que el código malicioso se pueda ejecutar con tan sólo visitar un sitio web infectado.

En 2018, los ataques cibernéticos tomarán mayor presencia, por lo que nuevas tecnologías y tendencias en ciberseguridad, serán el foco de atención en los próximos meses.

De acuerdo con Cylance, habrá más amenazas que adoptarán herramientas simples, diseñadas para remover cualquier indicio de sus ataques.

Uno de estos serán los backdoors que mostrarán menos características y se volverán más modulares, creando huellas de sistema más pequeñas y haciendo que la atribución sea más complicada en todos los ámbitos.

La atribución acertada se volverá más desafiante; la puerta se abrirá para ciberataques cada vez más ambiciosos y para influenciar campañas tanto por estados, naciones y para criminales.

Cylance señala que llegará el momento en el que se le pedirá a los proveedores de seguridad que expliquen el por qué sus productos no pudieron cumplir con las promesas de sus departamentos de marketing, lo que tendrá un serio impacto en las soluciones de seguridad.