“Mi jefe no me entiende” parece ser un sentimiento común entre millones de empleados. Un nuevo estudio de The Predictive Index advierte que el verdadero reto en los lugares de trabajo no es el burnout, sino la desconexión entre líderes y empleados. Esta “brecha de percepción” impacta negativamente en la retención de talento, el rendimiento y la innovación. Y la Generación Z es la más afectada.
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Según el 2025 Workplace Perception Gap Survey, realizado por Dynata y promovido por la firma de recursos humanos The Predictive Index (PI), el 46% de los trabajadores en Estados Unidos cree que sus jefes sólo entienden “poco o nada” de sus contribuciones. Esta desconexión amenaza con convertirse en un obstáculo aún mayor que el tan mencionado burnout.
“Cuando los empleados no se sienten realmente vistos o comprendidos, se genera una brecha de percepción que impacta directamente la retención, el desempeño y la innovación. No se trata sólo de sentimientos heridos, sino de consecuencias negativas para el negocio”, afirma Matt Poepsel, Vicepresidente de PI y conocido como el “Padrino de la Optimización del Talento”.
¿Cómo se manifiesta la brecha entre jefes y colaboradores?
Los resultados del estudio muestran una serie de datos sobre cómo los empleados perciben el liderazgo en sus empresas:
- 44% ha sido ignorado para aumentos, ascensos o proyectos debido a malentendidos sobre sus habilidades o estilo de trabajo.
- 48% se siente consistentemente subvalorado por los líderes.
- 43% recibe retroalimentación que no se alinea con su percepción personal.
- 1 de cada 5 trabajadores cree que es “más capaz de lo que aparenta”.
Estos números reflejan un entorno donde las decisiones clave —como promociones o asignaciones estratégicas— se basan en percepciones erróneas en lugar de evaluaciones objetivas.
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¿Por qué la Generación Z es la más afectada?
La Generación Z, es decir, los jóvenes nacidos a partir de mediados de los 90, se lleva la peor parte. El estudio revela que:
- 54% de los empleados Gen Z considera que la retroalimentación que reciben es inexacta o mal dirigida.
- 62% se ha sentido pasado por alto debido a percepciones incorrectas, una cifra 18 puntos porcentuales más alta que el promedio general.
Esta situación pone en riesgo la retención de talento joven, justo cuando se proyecta que Gen Z representará el 30% de la fuerza laboral en 2030.
Además, el informe destaca que el número de Gen Z registrados en bolsas de empleo aumentó un 42% en solo un año, lo que puede ser una señal de descontento silencioso.
¿Qué papel juegan las áreas de recursos humanos?
El estudio sugiere que la clave para cerrar la brecha de percepción entre empleados y jefes no está en trabajar más, sino en trabajar con más conciencia. Para ello, propone tres acciones urgentes desde los equipos de recursos humanos:
1. Capacitar a los líderes para identificar y reducir sesgos
“Los enfoques tradicionales de liderazgo no están reconociendo los impulsos conductuales y estilos de trabajo diversos que hacen que los equipos tengan éxito”, advierte Poepsel.
La capacitación en sesgos inconscientes, como el efecto “Horns” (cuando se juzga a alguien por una única mala experiencia) o el “Affinity Bias” (preferencia por quienes se parecen a uno), es clave para una evaluación más justa.
2. Establecer ciclos de revisión más frecuentes y significativos
El 45% de los empleados encuestados quiere feedback más frecuente y útil. Evaluaciones anuales o conversaciones sueltas no bastan. Se necesitan conversaciones de desempeño regulares, enfocadas en desarrollo, no solo en resultados.
3. Usar datos conductuales en todo el ciclo del talento
El 80% de la Generación Z cree que el uso de evaluaciones conductuales puede mejorar la comprensión entre los miembros del equipo y potenciar su rendimiento. Estas herramientas permiten conocer las verdaderas motivaciones de cada individuo y ayudan a crear culturas de trabajo más inclusivas y productivas.
¿Qué pasa cuando los empleados no se sienten reconocidos?
La frase central del reporte lo resume todo: “La percepción es la realidad”. Si un empleado siente que no se reconoce su esfuerzo, aunque el líder piense lo contrario, ese sentimiento tendrá consecuencias tangibles:
- Desmotivación.
- Rotación de talento.
- Desempeño limitado.
Esto es especialmente crítico en entornos híbridos o remotos, donde es más difícil “ver” el trabajo que se realiza fuera de los canales tradicionales. “No confundas comunicación silenciosa con falta de colaboración”, advierte el informe.
¿Cómo evitar que los empleados se apaguen?
Además de enfocarse en reducir el burnout, un nuevo enfoque propone reducir la desconexión emocional y profesional entre los líderes y sus equipos.
Invertir en herramientas que revelen datos objetivos sobre comportamientos y estilos de trabajo no sólo mejora la comunicación, sino que fomenta culturas organizacionales más humanas, equitativas y productivas.
Cuando un empleado siente que su jefe realmente lo conoce, lo reconoce y lo impulsa, no solo rinde más… sino que también se queda. Y para la Generación Z, eso puede marcar toda la diferencia.