España ha obtenido 58 puntos de 100 en el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de la ONG Transparencia Internacional (TI), lo que le significa que ha obtenido el peor resultado histórico, por segundo año consecutivo, además de bajar cinco peldaños en la clasificación mundial para situarse en la posición 41 de 167 países, entre Costa Rica y Georgia.

Este resultado también le coloca entre los países europeos que son percibidos como los más corruptos, debido a la caída que se ha ido acentuando desde 2012 cuando obtenía 65 puntos, aunque destacan que el hecho de repetir misma posición, muestra estabilidad… por ‘haber tocado fondo’.

Una visión que se apoya en el surgimiento de buenas opciones políticas en España, que entre sus prioridades tienen, la de luchar contra la corrupción.

Dentro del ranking europeo, España se ubica en la posición 21 de 32 países por detrás de Eslovenia y Lituania, y por encima de Letonia y Chipre.

A nivel mundial, los países percibidos como los más corruptos son Somalia y Sudán del Sur, con calificaciones de diez y once puntos respectivamente, mientras que los menos corruptos serían sobre Dinamarca y Nueva Zelanda con 90 puntos, seguidos de Finlandia (89), Suecia (88), Suiza (86) y Noruega (85).

En el reporte de este año, TI advierte sobre la amenaza que representan los populismos, que terminan fomentado un ‘círculo vicioso’ en el que imperan la corrupción sistémica y la desigualdad económica y social.