KFC atenta a las tendencias mundiales, lanzó hace poco un producto que sólo se puede adquirir con Bitcoin. En Canadá, sacó a la venta una cubeta de pollo frito que sólo puede comprarse con dicha moneda por medio del sitio oficial de la cadena de restaurantes en ese país.
Ahora, la marca apuesta por un mercado más “Godín”, que vive el estrés de las grandes ciudades invadidas de autos, las complicadas labores cotidianas, etc.
Entonces, lanzó una campaña con retorcidos videos para meditar. Por ejemplo, en uno de ellas se pueden ver extraterrestres con cabeza de cubeta de pollo.
Otro tiene una música más tranquila y una mezcla psicodélica de colores. Ambos forman parte de la campaña de branded content “Based Meditation System”, de la agencia Wieden+Kennedy, Portland.
La extraña campaña recuerda las locas apuestas de las cadenas de comida, que suman una tendencia que al parecer está funcionando.
Pasaron de mostrar sus productos en TV como suculentos, a crear contenido con potencial para hacerse viral, gracias a la creatividad que le imprimen.
Por ejemplo, el caso de Burger King España, que lanzó en sus redes sociales oficiales un anuncio en el que buscaba repartidores con conocimientos de matemáticas, literatura, política, geografía, deportes, historia; además, estudios superiores, aptitudes musicales y de canto, que se convirtió en viral.