Por Abraham Geifman
Twitter: @ageifman
Aún no hay evidencia sobre nuestra reencarnación al morir, pero es una cuestión a resolverse entre teólogos y líderes religiosos. Lo que sí puedo afirmar es que una marca si puede reencarnar después de su desaparición.
En mi colaboración anterior hablé de las diferentes estrategias posibles para evitar la muerte o destrucción de una marca en proceso de declive. Al escribir dicho artículo creció mi curiosidad por entender qué sucede con las marcas que efectivamente mueren, y casualmente comencé a ver una nueva seria de TV llamada Pan-Am, cuya trama sucede entre una tripulación de la extinta aerolínea en los años 50’s. Se trata de la resurrección de una marca que murió tiempo atrás pero en forma de un programa de TV. Quien alguna vez fuera el dueño de dicha aerolínea nunca imagino ni en sus sueños más bizarros que su marcar reencarnaría en un show de TV.
Esto se consiguió únicamente por el nivel de Equity que la marca logró y conservó todos estos años, lo cual permitió la comercialización de la misma como franquicia en un muy diferente modelo de negocio. Y aquí es donde quisiera detenerme en un análisis más profundo sobre las posibilidades que tiene una marca reconocida aun cuando en su forma y esencia dejó de existir.
Las marcas existen y se reconocen gracias a su recordación, calidad percibida, calidad real, conciencia social o ecológica y su valor financiero. Si alguno de estos componentes no está en buen nivel, la franquicia de dicha marca corre peligro.
Pero una marca que alguna vez fue íntegra y reconocida puede resurgir de las cenizas con un adecuado modelo de negocio, a menos que su salida del mercado haya sido provocada por un real descuido de la calidad o un importante desaire al consumidor. Es probable que una marca puede regresar al campo de batalla pero con su correspondiente metamorfosis.
Es lógico que el regreso de Pan-Am como marca no se puede dar en la forma de un tinte para el cabello pero si en algún tipo de servicio nos remita con alguno de los valores esenciales de la misma.
Y es probable que marcas mexicanas o latinoamericanas que dejaron de existir pudieran regresar en formas distintas. Y aquí algunos ejemplos de marcas que dejaron huella en nosotros y que podrían reencarnar en otros productos o categorías:
-Imaginemos el regreso de Burger Boy en comida congelada
-Un curso interactivo para niños con los personajes de Odisea Burbujas
– Una fábrica de helados de juguete marca Danesa 33
– ¿Recuerdan el spray Aquanet? ¿Qué tal una línea de productos reafirmantes para hombres?
– La tarjeta de crédito Carnet podría regresar como un monedero electrónico para compras en línea
-¿o un Scooter marca Avalancha?
-El Soldadito de Chocolate (bebida tradicional del sureste) podría reencarnar en una línea completa de confitería
-Una línea de montacargas industriales marca Apache (“dura, dura, dura”).
Muchos ejemplos como éstos deben existir y, salvo temas legales, varias de estas marcas podrían regresar de nuevo al mercado con nuevas formas y diseños reencarnando aquellos recuerdos positivos que tenemos de ellas.
P.D. Quiero agradecer por este medio a @sobrevivienteDF, @juancarlostomas, @gerardocortez, @mauro_target y a @josbal81 por sus aportaciones a este artículo.