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De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo, tan sólo para fabricar una camisa de algodón se necesitan 2 mil 700 litros de agua.
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El consumo de ropa de segunda mano hoy en día responde a una tendencia global, de hecho se estima que para 2027 llegará a los 350 millones de dólares.
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En los últimos años, el sector de ropa de segunda mano ha experimentado un crecimiento continuo hasta situarse en torno a los 211 mil millones de dólares en 2023.
La industria de la moda emite anualmente más de mil megatoneladas de equivalentes de dióxido de carbono, lo que la convierte en la segunda más contaminante del planeta, algo que la ONU decretó en 2018 cuando declaró la emergencia ambiental en el sector. Fue entonces cuando comenzó el auge de un concepto: moda circular.
Pero ¿qué es exactamente? En términos generales, se define como una manera de pensar y confeccionar prendas de vestir desde la conciencia social y ambiental en todas las etapas de la cadena de valor.
Es así como la moda sostenible ha ganado terreno como una respuesta crucial a la crisis ambiental y social asociada con esta industria. Incluso, datos del 2022 revelan que el 74 por ciento de los consumidores considera importante la sostenibilidad al tomar decisiones de compra, impulsando una demanda creciente de opciones éticas y sostenibles.
Es por eso que las grandes marcas de moda han reconocido la necesidad de cambiar sus prácticas. De hecho, numerosas marcas líderes han anunciado compromisos audaces hacia la sostenibilidad. Desde la reducción del uso de materiales no sostenibles hasta la implementación de prácticas de fabricación éticas, estas iniciativas han marcado un cambio significativo en la industria.
Aunado al uso de materiales reciclados y orgánicos. Incluso, el año pasado se observó un aumento del 30 por ciento en la utilización de materiales reciclados en comparación con el año anterior. Esta tendencia se espera que continúe en el 2024, ya que las marcas buscan reducir su huella de carbono y minimizar el impacto ambiental de la producción de prendas de vestir.
Cabe destacar que el peso de la moda sostenible en la industria global ha experimentado un crecimiento lento pero constante en los últimos años. Así, aproximadamente el 4 por ciento de la facturación generada a nivel mundial por las prendas de vestir en 2021 procedía precisamente de la también denominada moda ética. Según las previsiones, la tendencia positiva se mantendrá en próximo quinquenio hasta situarse en torno al 6 por ciento en 2026.
Claramente los consumidores están cada vez más informados y comprometidos con la moda sostenible, siendo las redes sociales y las plataformas de comercio electrónico las que han desempeñado un papel crucial en la educación del consumidor.
De hecho, Dinamarca se convirtió en el país del mundo con el mayor incremento de las búsquedas de moda sostenible en Internet en 2020. En concreto, las búsquedas relacionadas con este tipo de prendas experimentó un aumento del 114 por ciento en este país europeo. Mientras que Australia y Alemania se situaron en segunda y tercera posición, respectivamente.
Datos recientes revelan que el 80 por ciento de las transacciones en el mercado de segunda mano ahora ocurren en línea. La comodidad, la variedad de productos disponibles y la capacidad de comparar precios fácilmente han posicionado a las plataformas digitales como los epicentros de este crecimiento.
Incluso, el tamaño del mercado de segunda mano de ropa estimado para 2023 asciende a 211 mil millones de dólares y seguirá incrementándose en los próximos años hasta rebasar la barrera de los 300 mil millones en 2026. En términos relativos, este segmento supone ya más del 5 por ciento de las ventas globales de moda. Pero no sólo eso, las prendas de ropa usada podrían llegar a representar de media el 18 por ciento de la composición de un armario estándar en 2031. Un caso similar es el experimentado por los artículos de lujo, cuyo valor de mercado rondó los 20 mil millones de dólares en 2022 y llegaría casi duplicarse durante el próximo sexenio.
Actualmente la última gran tendencia en la moda es “aprovechar antes que tirar”. La conciencia medioambiental, el auge por la moda circular y la situación económica a nivel mundial han impulsado este mercado. Incluso, la popularidad de las plataformas de reventa han hecho que el consumidor apueste más y más por la “moda circular”. A nivel mundial cada vez más consumidores optan por adquirir prendas, zapatos y accesorios seminuevos, lo que incluso generó en este sector ventas globales por 177 mil millones de dólares en el 2022, de acuerdo con datos de ThredUp Inc.
Finalmente, la moda sostenible ha evolucionado de ser una tendencia a convertirse en un imperativo para la industria de la moda global. Con la creciente conciencia del consumidor, compromisos de marcas líderes y la adopción de prácticas sostenibles, la moda del 2023 se perfila como un espacio donde la ética y la estética convergen. La importancia de la moda sostenible trasciende la industria misma, abriendo camino hacia un futuro donde la belleza coexista con la responsabilidad y el respeto por nuestro planeta.
Además, los consumidores buscan cada vez más marcas que adopten prácticas sostenibles. El mercado de segunda mano se alinea perfectamente con esta preferencia, ya que permite acceder a productos de calidad a un precio más accesible, al tiempo que se contribuye a la reducción del impacto ambiental.
Y es que desde la reducción de residuos hasta la contribución a la economía, este mercado ha demostrado ser una fuerza positiva y transformadora en la manera en que compramos y vendemos productos.
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