La herencia derivada de la muerte de Diego Maradona es muy difícil de calcular.
De hecho, han pasado ya más de 10 meses de su fallecimiento y no hay avances en relación con el detalle de la fortuna que está en juego.
Hay propiedades en todo el mundo, bienes de toda clase y, especialmente, una “marca Maradona” que vale millones que está en disputa entre su ex esposa, sus hijos, sus ex abogados y sus hermanos y hermanas.
La última novedad en este sentido es que la Justicia de Argentina dictaminó que la “marca Maradona” es propiedad del ex abogado del astro del futbol y de las hermanas del ex jugador que falleció en polémicas circunstancias en noviembre de 2020.
En efecto, un fallo de la Sala 4 de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional de Buenos Aires ha revocado las medidas cautelares que estaban activas y desde ahora el ex abogado de Maradona, Matías Morla, junto a las hermanas del “10”, se quedaron con los derechos de uso de la marca tanto en Argentina como en el resto del mundo.
Lo resolvieron los jueces Hernán López, Jorge Rimondi e Ignacio Rodríguez Varela al estudiar la apelación que había presentado el abogado de Morla.
El proceso había dado inicio ni bien falleció el ex jugador de la Selección Argentina y ex DT de Dorados, entre otros clubes, cuando las hijas de Diego, Dalma y Gianinna Maradona, hicieron una presentación judicial junto con su madre, la ex mujer del Pelusa, Claudia Villafañe.
La idea de los ganadores de los derechos de la marca es que todas las partes se pongan de acuerdo y usen las marcas en conjunto. “Hoy, hasta la FIFA hace publicidades con la marca Maradona sin pagarle nada a nadie”, le dijo Mauricio D´Alessandro, abogado de Morla, al diario La Nación.
Desde este dictamen, las hermanas de Maradona podrán firmar convenios, contratos, acuerdos y explotar la marca y la imagen de Maradona, recibiendo los beneficios que conlleven.
Según los beneficiados, la decisión de Diego antes de morir era dejar la marca Maradona para sus hermanas.
Además, la marca Maradona había sido cedida por el propio jugador, cuando estaba en vida, en el año 2015, a Matías Morla, con el objetivo que la misma sea un respaldo económico para las hermanas del jugador cuando él ya no estuviera vivo. La decisión era así porque ellas no iban a heredar nada de su fortuna.