- BYD planea lanzar un minicarro eléctrico en el mercado japonés en 2026.
- Se enfoca en el segmento “kei car”, que representa el 40% del mercado automotriz japonés.
- Busca competir con las marcas usando una estrategia de bajo costo.
BYD, el principal fabricante chino de vehículos eléctricos (sí, ya superó a Tesla), está preparando el desembarco en un segmento distintivo y de muy alto valor en el mercado automotriz japonés: los vehículos “kei” o minicarros.
Esta estrategia pone en evidencia las ambiciones globales de la compañía, al optar por desafiar a gigantes automotrices, como Suzuki, Daihatsu, Toyota, Honda, Mazda, Subaru y Nissan, en su propio terreno.
Los vehículos “kei” son una clase única de minicarros de diseño a menudo cuadrado. Representan una porción importante del mercado nipón, constituyendo aproximadamente el 40 por ciento del sector automotor de ese país, que es el cuarto más grande del mundo.
Este segmento tuvo ventas por un valor de U$S 18 mil millones el año pasado.
BYD planea lanzar en Japón un “kei car” propulsado por batería de bajo costo el próximo año, específicamente programado para la segunda mitad de 2026, publica el Financial Times.
La irrupción de BYD en este nicho de mercado está generando comparaciones históricas entre los observadores locales. Algunos blogueros japoneses han equiparado este acontecimiento, un nuevo desafío en su mercado doméstico, con la llegada de los “barcos negros” del Comodoro Matthew Perry en la década de 1850.
Aquel evento dejó en evidencia el desequilibrio de poder y tecnología entre Japón y Occidente en ese momento.
Kei car: un segmento particular
La popularidad de los vehículos “kei” en Japón no se debe solo a su tamaño, adecuado para las calles estrechas y los espacios de estacionamiento reducidos del país. Su atractivo se ve impulsado principalmente por las ventajas fiscales y de seguro que reciben, siempre que cumplan con ciertas condiciones.
Estas condiciones incluyen no exceder dimensiones máximas específicas, tener un motor de tamaño inferior a 660 cc y una potencia de salida menor a 47 kilovatios.
Atsuki Tofukuji, presidente de BYD Auto Japan, explicó en una entrevista que la compañía percibe una oportunidad para vehículos eléctricos miniatura de bajo costo.
Señaló que las crecientes cargas fiscales sobre los combustibles convencionales y la rápida desaparición de estaciones de servicio en las zonas rurales de Japón, donde la población está disminuyendo, crean un contexto favorable para estos vehículos.
Tofukuji describió el tamaño de los autos que visualizan como similar al “Austin Mini Cooper del Sr. Bean”.
Afirmó que los kei car se adaptan excepcionalmente bien al estilo de vida japonés y que, si los clientes comprenden adecuadamente la lógica económica detrás de ellos, estarán dispuestos a adquirirlos aunque no sean de marcas japonesas conocidas.

BYD explora nuevos mercados
El modelo de kei car BYD será uno de los primeros vehículos de la empresa diseñado específicamente para un mercado extranjero sin haberse vendido primero en China.
Aunque aún no se han revelado detalles clave como la autonomía de conducción, el precio exacto y la apariencia del vehículo, se espera que sea una opción de bajo costo.
De hecho, se anticipa que será más económico que el modelo compacto Dolphin de BYD, que se vende por unos U$S 20,700.
En comparación, el minicarro eléctrico Nissan Sakura, que ofrece una autonomía de 180 kilómetros con una sola carga, se vende por U$S 18,900.
La estrategia de BYD busca penetrar el control que los fabricantes japoneses han mantenido durante décadas en el segmento “kei”. No será fácil, hay una lealtad muy arraigada en Japón hacia los productores nacionales.
Además, hay desconfianza hacia las marcas chinas, y los consumidores japoneses demandan un servicio de primera clase por parte de los concesionarios.
Las ventas generales de vehículos eléctricos en Japón también han sido bajas, con menos de 60,000 unidades vendidas en 2024, lo que representa poco más del 1 por ciento del mercado total.
Las marcas extranjeras en general constituyen menos del 6 por ciento del mercado automotor japonés.
Más allá de Japón, los “kei EVs” podrían tener la oportunidad de prosperar a nivel mundial. Los propios fabricantes japoneses, considerados maestros de los autos “supercompactos”, están explorando mercados potenciales como India, Europa y otras regiones.
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