Con la excepción de Marcos Galperín, fundador y máximo CEO de Mercado Libre, el resto de los millonarios argentinos perdió una porción importante de su fortuna: la devaluación del peso en medio de la crisis que vive el país es la principal causa.
En efecto, el contexto local en 2018 hizo que buena parte de los millonarios argentinos que figuraban en el ranking de Forbes, desapareciera de la lista de los 1.500 más ricos del mundo.
Uno de ellos, el magnate Paolo Rocca –dueño del holding Techint–, perdió la mitad de su fortuna, según marca el periódico argentino La Voz. “La crisis cambiaria que el año pasado devaluó el peso argentino un 52 por ciento les pegó con dureza a las fortunas de los multimillonarios argentinos, que perdieron hasta la mitad de su riqueza en dólares, según el ranking 2019 de la revista estadounidense Forbes”, agrega el medio.
Rocca y su familia, por ejemplo, por la crisis en argentina, pasaron de un patrimonio calculado en US$ 9.700 millones en febrero de 2018, a US$ 4.100 millones un año después.
Otro argentino que vio cómo su fortuna se devaluó en dólares es Alejandro Bulgheroni, que pasó de poseer US$ 7.300 millones a poco más de US$ 3.100 millones.
En el caso de Galperín, está ubicado en el sexto puesto de los argentinos más ricos, con una fortuna calculada en US$ 1.600 millones, prácticamente lo mismo que tenía el año pasado. Todo esto a pesar de la explosión en el valor de Mercado Libre.
Del ranking de los 1.500 más ricos del mundo desaparecieron los argentinos Jorge Pérez (llamado “el rey de los condominios en Miami”), la familia Werthein, Edith Rodríguez (Pluspetrol), Hugo Sigman y Silvia Gold, Javier Madanes Quintanilla, Jorge Brito (Grupo Macro), la familia Urquía (AGD), entre otros.
A nivel internacional, Jeff Bezos (US$ 131.000 millones), CEO de la compañía del momento (Amazon), sigue siendo el número uno de la lista, más atrás están los conocidos Bill Gates, Warren Buffett, Mark Zuckerberg y Michael Bloomberg.
En las empresas y en la publicidad
La crisis en Argentina está provocando serios problemas, no solo a los millonarios, claro está.
La caída del consumo es grave y lleva varios años, lo que hace que el gasto de los hogares en productos y servicios sea cada vez más acotado.
La situación se profundizó en 2018 y hasta el propio Gobierno reconoce que no va mejorar en 2019.
A comienzos de febrero, la histórica embotelladora de Coca-Cola en el país, la mejicana Femsa, presentó en el Ministerio de Trabajo nacional un pedido de Plan Preventivo de Crisis (PPC). El plan de reestructuración finalizó con un acuerdo con el sindicato para el despido de un grupo de trabajadores.
También esta realidad se ve en la publicidad pero con un mensaje esperanzador y del estilo “libro de autoayuda”: “Juntos vamos a encontrar la manera”, “hay esperanza”, “andate pero volvé”, “nunca vas a estar solo”.
Frases como esas son las que han empezado a llenar los spots de la TV y Youtube.
Lo nuevo de Assist Card es un claro ejemplo.
En 2018, Coca-Cola lanzó una campaña que también iba en la misma dirección: “Te tocó nacer acá”, con la creatividad de Grey Argentina.