PorĀ Luis Miguel MartĆnez
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Para la mayorĆa de nosotros Jack Tramiel no pasa de ser un nombre que difĆcilmente habrĆamos oĆdo y que incluso no pensarĆamos que es el de un hombre de origen polaco, una vez que cambió su apellido original Trzmiel. En muchos sentidos fue el hombre de negocios que en la posguerra hincó uno de los pilares de las tecnologĆas de información y comunicación actuales.
Sobreviviente de los campos de Auschwitz, Trzmiel, al emigrar a los Estados Unidos, fundó un compaƱĆa para vender mĆ”quinas de escribir. Al buscar nombres militares para su empresa (una vez que en la posguerra lo militar facilitaba el posicionamiento) los que le gustaban ya estaban tomados: General (Electric) y Admiral. Curiosamente, pudo encontrar un sustantivo de origen militar cuando la mayorĆa ya estarĆan tomados tales como Sergeant o Captain. AsĆ nació la Commodore Business Machines (con bastante similitud a la International Business Machines o IBM.
Eventualmente, Commodore dejó el negocio de las mÔquinas de escribir para pasar al de las calculadoras y gracias a Chuck Peddle entró al negocio de las computadoras. Tal vez, el hito histórico de Tramiel fue haber apoyado a Peddle, quien diseñó el microprocesador que marcó el arranque de las computadoras personales, el 6502 y con base en el cual se diseñaron la Apple I y II, la Commodore Vic 20, los sistemas Nintendo y Atari, las computadoras BBC Micro y Acorn. Asi, Peddle y Tramiel nos legaron la Commodore 64.
La posibilidad de tener una computadora en casa con 64KB de memoria, 16 colores y una resolución de 320 x 200 en la televisión donde se conectara; la volvió el nido de la inspiración de muchos ingenieros de hoy en dĆa que no podĆan tener una Apple o una IBM PC y querĆan programar computadoras para algo divertido.
La Commodore 64 se convirtió en la plataforma para desarrollo de programas mÔs exitosa de muchos años, principalmente por los juegos. Y por su volumen de producción se le conoce como el Modelo T (de Ford) de las computadoras. Tal vez Apple e IBM trajeron la innovación, pero el dinamismo del mercado lo aportó Commodore, finalmente a mediados de los noventas sucumbió en una crisis financiera.
En 1984 Tramiel dejó la compaƱĆa que fundó para comenzar otro negocio con una empresa que compró: Atari Inc. Y continuó inspirando a personas que en el afĆ”n de usar o diseƱar juegos han implementado grandes productos como lo han hecho VTech o Leapfrog.
Un gran ingeniero de origen polaco en su autobiografĆa dice que āEl mundo necesita inventores- de los grandes. TĆŗ puedes ser uno de ellos. Si amas lo que haces y estĆ”s dispuesto a hacer lo que se necesite para lograrlo, entonces lo serĆ”s. Y cada minuto que pases en la noche, pensando y pensado sobre lo quieres diseƱar o construir, se verĆ” recompensado, te lo prometoā. (Steven Wozniak en iWoz, 2006).
”No te desconectes, inventa algo y cambia este mundo!