Se trata de un mercado que no es emergente pero ahí está. Son cerca de mil 400 millones de personas católicas y otros chismosos medio agnósticos malos crsitianos que estuvimos muy pendientes de lo que pasó en los medios tradicionales en la elección monárquica de este año en el Vaticano que se dio la semana pasada.

Yo lo use como un buen estudio de mercado. Un sondeo veloz de lo que pasó para preguntar y sondear a mi alrededor. Hice preguntas inocuas que parecen pendejas y producto de mi asperger o del niño que dejé: ¿a quién le iban en el Cónclave? Yo le iba a Filipinas y a Italia.

Lo pregunte por X, por IA y por whats y recibí cada cosa. Mis amigas de la Obra (Del Opus Dei) se molestaron un poco y me dijeron que, no es un juego, que sólo rezan y que no le van a ningún país, que le van al Espíritu Santo, otros me dieron  RT y se ríeron.

Lo que observamos estos días fue un fenómeno social y antropológico sin precedentes.

Las redes sociales apolilladas como Facebook e Instagram, la gente ya mayor estuvo devorando contenido sobre conspiraciones y quinielas de cómo mejor me puede ir con tal candidato,si con los conservadores o los liberales.

Lo que pasa es que en la iglesia católica todos son conservadores, iban de ser nuevos conservadores a ultra conservadores y ya. A nivel Geopolítico

Lo que pasa es que estuvieron jugando el Soft Power (El poder suave de la política mundial) y como todo en este siglo, los cardenales, estuvieron polarizados dentro de un mismo conservadurismo. Siempre lo he dicho aquí. El nuevo conservadurismo está de moda y vendrá con mucha fuerza en los próximos años.

La iglesia necesita reforzar su marca como una institución sólida anti WOKE, ultra conservadora, sólida de valores que contrarreste a sus competidores influenciadores que están allá afuera con mucho capital social que son más liberales.

Tienen que ser más ultra, más extremos osea van más a lo WOKE (Pro liberal, género, que no lo veo, pro LGBTTTIQ+), más por la ala soberanista y conservadora para afianzar su marca y generar un mercado más sólido y separarse de lo new age

Si apuesto y si fuera el director de marca del Vaticano como agnóstico que soy, les recomendaría que se fueran a proyectarse más conservadores, más rictosos, más como culto. Esta es la tendencia.

Porque si se vuelven más liberales, allá afuera ya tienen mucha competencia y la tienen muy perdida. Son los amos del conservadurismo, de los ritos y de las señales. Esto es lo suyo. Zapatero a tus zapatos.

¿Ahora ven que esto del Cónclave no fue tan inofensivo como parece? Al final es una fuerte tendencia. Es lo más importante de las cosas menos importantes.

Mientras tanto ganó un cardenal anglo, León XIV, influenciado por la corriente de los católicos soberanistas MAGA anti WOKE de Steve Bannon, alguna vez ideólogo de Trump y uno de los pensadores más influenciadores de la posmodernidad actual, por cierto, hiper conservador.