Durante las últimas horas de este martes, se dio a conocer que la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados estaría buscando la desaparición del Fidecine, fideicomiso enfocado a entregar apoyos al rodaje de películas mexicanas desde 2002.
De acuerdo con el dictamen presentado, esta decisión se toma con el fin de “coadyubar en la eliminación de la opacidad y discrecionalidad en el uso de recursos públicos y fomentar la transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad”, argumenta en el dictamen oficial.
De esta manera, se espera que el documento suba al pleno este jueves para que sea votado por los legisladores y se tome una decisión sobre este apoyo.
Reacciones en redes
Como era de esperarse, el tema ha hecho que diversos jugadores de la industria del cine levanten la voz como opiniones , hasta cierto punto opuestas.
Mientras hay quienes buscan que esta iniciativa se frene, hay quienes aplauden la decisión al argumentar que los recursos del Fidecine quedaban en manos de pocos y siempre los mismos productores.
Uno de los que han sido más vocales fue Gael García Bernal. Mediante su cuenta de Twitter, inició una petición en Change.org para pedir a los mandatarios que reviertan su decisión sobre el fideicomiso. Varios usuarios de la red criticaron, o bien alabaron, la nueva iniciativa del artista.
H. Congreso de la Unión: ¡No aprueben el Dictamen que extingue los fideicomisos públicos! – ¡Firma la petición! https://t.co/y4yImNeUd4 via @ChangeorgLatino
— Gael García Bernal (@GaelGarciaB) September 30, 2020
Del lado contrario se pronunció el actor y productor Damián Alcazar, quien aseguró que los actos de corrupción y abusos en el Fidecine estaban comprobados desde hace ya tiempo atrás.
Siempre, cuando AMLO toma una medida contra la corrupción, los abusos, el influyentismo, el nepotismo, todas las lacras de la política lloran como plañideras ¿esos fideicomisos estaban exentos de actos de corrupción?, está demostradísimo de que en el FIDECINE había abusos.
— Damián Alcazar (@DamianAlcazar_) September 30, 2020
Guillermo del Toro, cineasta mexicano que ha sido ganador en los premios Oscar, fue uno de los últimos en pronunciarse al respecto, indicando que aunque el gobierno ha indicado que los apoyos continuarán el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), la diferencia radicará en que el Fidecine “tenía resultados y transparencia”.
Solo queda IMCINE – la lucha ahora es que a traves de el instituto se puedan recuperar las funciones de promocion y financiamiento.Yo seguire buscando apoyar a los nuevos cineastas y a nuestros talentos de animacion. La paradoja es que FIDECINE tenia resultados y transparencia. https://t.co/dsSVBiJYMt
— Guillermo del Toro (@RealGDT) September 30, 2020
¿Cine mexicano desaparecerá?
La discusión alrededor del tema ha ubicado al Fidecine y algunas cintas asociadas al mismo como tendencia en redes sociales.
A decir de los últimos números entregados por Twitter, al momento del cierre de esta nota, Fidecine se ubica como la quinta tendencia en la red social con 30.6 mil tweets relacionados, mientras que El Infierno (película mexicana) está en la sexta posición con 17.9 mil tweets.
Lo que queda en claro, es que la desaparición de ese fideicomiso y las lagunas que existen alrededor del apoyo que el Estado entrega a la industria del cine podría poner en jaque a esta industria que en la última década reportó números a la alza.
Datos de entregados por la CANACINE indican que durante los últimos 10 años, la industria fílmica en el país creció 8.4 por ciento.
Esto supone que el sector fue capaz de generar más y mejores producciones que lo llevaron a pisar fuerte a nivel internacional.
Según datos del Anuario Estadístico de Cine Mexicano del IMCINE (dados a conocer en mayo de 2020), el año pasado se registraron 216 largometrajes producidos, de los cuales 111 fueron producciones privadas y 105 producciones apoyadas por el Estado. La cifra es relevante si consideramos que durante 2018, las producciones nacionales se sumaron cerca de 180 producciones.
El Fidecine era responsable de apoyar a una de cada cinco películas mexicanas realizadas desde 2002, con lo que una mala decisión en este entorno, podría ser algo más que un duro golpe al sector. La industria podría perder un músculo fuerte sobre todo alrededor de cintas que están lejos de ser comerciales.