En un movimiento nuevo para la industria tecnológica, se dio a conocer que el miércoles, Google fue demandado por una suma millonaria por presuntas malas prácticas de publicidad digital.
Ante eso, se sabe que Google, es una de las empresas líderes en el ámbito tecnológico, ha consolidado su presencia con una impresionante cuota de mercado del 86,885 por ciento en Estados Unidos en el año 2022, según revela un estudio de StatCounter.
Asimismo, los datos mencionan que la magnitud de su impacto se refleja en la indexación de 130 mil millones de páginas en todo el mundo, con la notable cifra de 20 mil millones de sitios visitados diariamente a través de su plataforma. Además, la empresa procesa un asombroso flujo de datos, registrando 80 mil consultas por segundo, lo que suma un total de seis mil 900 millones de búsquedas diarias. Este impresionante alcance global consolida a Google como una pieza fundamental en el panorama tecnológico contemporáneo.
Lo que sabemos de la demanda de Google
En un nuevo reporte se dio a conocer que la empresa tecnológico, fue denunciado por 2 mil 300 millones de dólares por parte del gigante de los medios de comunicación Axel Springer y otros 31 editores, alegando que sufrieron grandes pérdidas debido a las prácticas del gigante de las búsquedas en publicidad digital.
La medida del grupo, que incluye editores en Austria, Bélgica, Bulgaria, la República Checa, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Luxemburgo, los Países Bajos, Noruega, Polonia, España y Suecia, se produce mientras los reguladores antimonopolio de Europa toman medidas enérgicas contra la tecnología publicitaria de Google. negocio.
El gigante tecnológico también se enfrenta a un caso histórico en Estados Unidos que afirma que tiene el monopolio de las búsquedas.
Y es que, Axel Springer, la empresa matriz de Business Insider y los editores más pequeños que representan las 55 marcas en la denuncia, obtiene más de mil millones de visitas mensuales.
Las empresas de medios involucradas han incurrido en pérdidas debido a un mercado menos competitivo, lo cual es un resultado directo de la mala conducta de Google”, dijo el abogado de las empresas de medios de Geradin Partners y Stek Lawyers en un comunicado obtenido por The Post.
“Sin el abuso de su posición dominante por parte de Google, las empresas de medios habrían recibido ingresos significativamente mayores por publicidad y habrían pagado tarifas más bajas por los servicios de tecnología publicitaria”, agregaron los abogados.
Asimismo, citaron la multa de casi 240 millones de dólares impuesta por la autoridad de competencia francesa a Google por su negocio de tecnología publicitaria en 2021, así como los cargos de la Comisión Europea el año pasado para respaldar su reclamo grupal.
La demanda se presentó ante el Tribunal de Distrito de Ámsterdam, “una jurisdicción clave para las demandas por daños y perjuicios antimonopolio en Europa”, dijeron los abogados.
Ante eso, el director legal de Google, Oliver Bethell, negó las afirmaciones en una declaración al Post, diciendo: “Esta demanda es especulativa y oportunista. Nos opondremos enérgicamente y basándonos en los hechos”, dijo el director legal de Google, Oliver Bethell, en una declaración en medios internacionales.
“Nos opondremos vigorosamente y basándonos en los hechos”.
El año pasado, Google dijo que no estaba de acuerdo con los cargos antimonopolio de la UE contra su negocio de tecnología publicitaria, donde participa tanto en el lado de compra como en el de venta del negocio de tecnología publicitaria.
“Google trabaja de manera constructiva con los editores de toda Europa: nuestras herramientas publicitarias y las de nuestros muchos competidores de tecnología publicitaria ayudan a millones de sitios web y aplicaciones a financiar su contenido y permiten a empresas de todos los tamaños llegar de manera efectiva a nuevos clientes”, dijo Bethell.
Otros casos legales para Google
En ese panorama, vale la pena mencionar que la Unión Europea, que ha implementado regulaciones más estrictas para las grandes empresas tecnológicas que los funcionarios estadounidenses con la Ley de Servicios Digitales, que entró en vigor a principios de este mes, también impuso a Google una multa antimonopolio de 2 mil 700 millones de dólares en 2017 por abuso de mercado relacionado con su servicio de compras.
En el año transcurrido desde entonces, Google ha tratado de eludir la multa, pero el tribunal superior de Europa anuló el último esfuerzo de la compañía con sede en Mountain View, California, para evitar el pago el mes pasado, asestando un golpe potencial a la búsqueda en Internet más popular del mundo. motor.
El caso de compras fue la primera de tres decisiones de la UE que resultaron en un total de aproximadamente 8 mil 940 millones de dólares en multas para Google durante la última década.
En Estados Unidos, Google ha enfrentado litigios igualmente costosos por parte del Departamento de Justicia, que acusó a la empresa de ejercer un “poder de monopolio” ilegal que ha “perjudicado a los consumidores”.
Donde Jerry Dischler, vicepresidente de productos publicitarios de Google, admitió en el juicio de septiembre pasado que la compañía había aumentado silenciosamente los precios de los anuncios en sus resultados de búsqueda para alcanzar sus objetivos de ingresos, y que los cambios sigilosos resultaron en aumentos del 5 por ciento al 10 por ciento para anunciantes.
Dischler dijo durante su impactante testimonio que Google a menudo modifica las métricas de ventas de anuncios para sus subastas publicitarias, que determinan qué anuncios aparecen como los mejores resultados en respuesta a las indicaciones de los usuarios en el motor de búsqueda de la compañía, aumentando las tarifas o el gasto mínimo requerido para asegurar la ubicación.
A pesar del esfuerzo del Departamento de Justicia por exponer sus tácticas turbias durante el juicio de búsqueda monitoreado de cerca, varias organizaciones antimonopolio prominentes, incluidas Demand Progress, Revolving Door Project, Fight for the Future y Tech Oversight Project, han alegado que Google todavía se está moviendo. “a toda máquina” con prácticas anticompetitivas.
