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La ropa sustentable es una categoría muy importante de venta, que se ha consolidado por el valor de los productos dentro de este segmento.
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Dentro de la Generación Z se han impuesto valores muy importantes, como los que tienen que ver con la manera como se involucra al consumidor en tendencias de consumo.
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Alrededor del concepto sustentable, las marcas construyen costosas categorías de productos.
La Generación Z no puede comprar ropa sustentable, porque antes prefiere gastar en ropa barata y el hecho podría ser síntoma de la inflación que se vive.
Este fenómeno de consumo de ropa sustentable, pero que se limita por el precio, contrasta con estudios como “Stifel Sustainability Survey 2022”, donde se advierte qué países tienen la mayor cantidad de consumidores preocupados por la sustentabilidad con China a la cabeza con un 80 por ciento de consumidores preocupados; seguido de Italia, 77 por ciento; Reino Unido, 76 por ciento y Francia, 74 por ciento.
En si hay una preocupación por la sustentabilidad, lo que no hay es dinero para comprar bajo estos preceptos.
La Gen Z y la ropa sustentable
Un estudio da cuenta de una serie de insights en que se advierte que consumidores de la Generación Z y Millennials encuentran difícil comprar ropa sustentable.
Untold Insights (firma de investigación digital del consumidor) descubrió que entre mil personas encuestadas en Reino Unido, meca de la moda internacional, el 96 por ciento de ellos no puede tomar decisiones de compra basadas en la conciencia ambiental, por el alto costo de vida que hay en ese mercado, es decir, su prioridad es gastar en productos para los que les alcanza y no en productos sustentables.
Valga un escueto ejercicio para entenderlo y compararemos un solo producto entre dos tiendas: Patagonia y Walmart. La primera tiene una línea de ropa llamada “Recrafted” que son prendas confeccionadas con telas o pedazos de otras prendas usadas. En esta línea vende un chaleco acolchado por 188 dólares, es decir, tres mil 385 pesos. Walmart por su parte tiene un chaleco acolchado nuevo por un precio de 239 pesos. La diferencia de precios es evidente.
La percepción que tiene el consumidor alrededor de la sustentabilidad lleva incluso a un 52 por ciento de los millennials a castigar a marcas que hacen greenwashing, dejando de consumirlas, mientras que solo un 47 por ciento de millennials tiene una percepción positiva de las cadenas de fast fashion.
Alrededor del consumo en moda de la Generación Z, hay elementos muy importantes a considerar hoy en día como las apreciaciones que hizo GoTrendierGT.
“Hemos identificado que los más activos en participar en la compra de ropa de segunda mano son personas entre los 25 a los 34 años, quienes ocupan un 50% de la demanda, seguidos por el 25% de personas entre 18 a 24 años. La Generación Z también muestra una alta sensibilización con respecto al impacto ambiental, por lo que se espera que en los años siguientes se registre un boom en el mercado de segunda mano, proveniente de estas personas”, reconoce Ana Isabel Orvañanos, Country Manager de GoTrendierGT en México.
Desde esta perspectiva llama la atención que hay categorías de prendas muy importantes como las de vestidos, blusas, chamarras, pantalones y tenis, haciendo de estos productos importantes referentes que han servido de indicio para el consumidor en momentos en que el retail ha buscado adaptarse cada vez más a las necesidades del mercado, donde un recurso es patente y es el valor que tiene la percepción del producto.
El valor de un producto por su origen, lo mismo le da la posibilidad a marcas como Patagonia cobrar tres mil 385 pesos por un chaleco, que a Walmart maquilar una prenda en volumen para que estas prendas se vendan por menos de 400 pesos.