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Los ataques de ransomware representarán el 17 % de todos los ciberataques en 2022.
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La participación del ransomware en todos los incidentes de ciberseguridad disminuyó en un 4 % de 2021.
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En el 2022, el costo promedio de una filtración de datos causada por un ataque de ransomware fue de 4.54 millones de dólares.
El ransomware, una forma de ataque cibernético que cifra los archivos de una víctima y exige un rescate para su liberación, ha surgido como un lucrativo modelo de negocio para ciberdelincuentes en todo el mundo. Este tipo de malware se ha convertido en una seria amenaza para individuos, empresas y organizaciones de todos los tamaños, generando enormes ganancias para los perpetradores y causando estragos en la seguridad cibernética global.
De acuerdo a datos de IBM, el ransomware es un tipo de malware que bloquea los datos o dispositivos de una víctima y amenaza con mantenerlos bloqueados, a menos que la víctima pague un rescate al atacante.
La misma fuente mencionó en su estudio IBM Security X-Force Threat Intelligence Index 2023, que los ataques de ransomware representarán el 17 por ciento de todos los ciberataques en 2022.
Asimismo, la misma fuente detalló que la participación del ransomware en todos los incidentes de ciberseguridad disminuyó en un cuatro por ciento de 2021 a 2022, probablemente porque los defensores tenían más éxito detectando y evitando ataques de ransomware.
Una filtración de datos 2022 de IBM, el costo promedio de una filtración de datos causada por un ataque de ransomware, sin incluir el pago del rescate, fue de 4.54 millones de dólares. Se estima que los ataques de ransomware costaron a las víctimas un total estimado de 30 millones de dólares en 2023.
Un modelo de negocio lucrativo para ciberdelincuentes
El funcionamiento del ransomware es relativamente simple pero efectivo: una vez que un sistema informático es infectado, el malware cifra los archivos de la víctima, impidiendo su acceso normal. Luego, los ciberdelincuentes exigen un rescate, generalmente en forma de criptomonedas, a cambio de proporcionar la clave de descifrado necesaria para recuperar los archivos. Este enfoque ha demostrado ser increíblemente rentable para los atacantes, ya que muchas víctimas optan por pagar el rescate para recuperar el acceso a sus datos, lo que les permite obtener ganancias sustanciales con relativamente poco esfuerzo.
Además, el ransomware se ha convertido en una herramienta popular entre los ciberdelincuentes debido a su relativa facilidad de distribución y su bajo costo de entrada. Con el surgimiento de mercados en línea clandestinos y servicios de ransomware como servicio (RaaS), incluso los individuos con habilidades técnicas limitadas pueden lanzar ataques de ransomware de manera rentable, lo que ha llevado a un aumento significativo en la cantidad de ataques en los últimos años.
El impacto del ransomware va más allá de las pérdidas financieras para las víctimas individuales y las empresas afectadas. Los ataques de ransomware pueden causar interrupciones significativas en las operaciones comerciales, pérdida de datos críticos, daños a la reputación de la marca y costos adicionales asociados con la recuperación y la restauración de sistemas comprometidos. Además, el pago de rescates sólo perpetúa el ciclo delictivo y puede alentar a los ciberdelincuentes a lanzar más ataques en el futuro.
En resumen, el ransomware ha surgido como un modelo de negocio lucrativo para los ciberdelincuentes, que aprovechan la vulnerabilidad de los sistemas informáticos y la desesperación de las víctimas para obtener ganancias sustanciales. Para combatir esta amenaza creciente, es crucial que individuos y organizaciones tomen medidas proactivas para protegerse contra el ransomware, incluida la implementación de medidas de seguridad cibernética robustas y la educación sobre las mejores prácticas de seguridad en línea.
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