Aunque a menudo se asocia con la difusión B2C, el contenido en vídeo se ha convertido en una parte vital del éxito del marketing B2B, porque ofrece oportunidades inigualables para comunicar ideas complejas (un tema común en productos y servicios B2B), demuestra la experiencia y crea una conexión que
muchas veces el contenido escrito no logra.
Quienes están en el mercado B2B, generalmente son profesionales ocupados que buscan información eficaz y convincente. De acuerdo a una encuesta realizada a compradores B2B, el 88 por ciento afirmó haber visto vídeos en los últimos tres meses para conocer los productos o servicios de una empresa.
El vídeo simplifica la información y puede aumentar la interacción al presentar posibles soluciones a problemas empresariales de forma clara y rápida. Ya sea con una explicación de 90 segundos o con un recorrido del producto, el vídeo proporciona a quien lo mira información y claridad para actuar.
Una campaña de vídeo bien ejecutada ofrece a los clientes potenciales una visión de su propuesta de valor mucho más rápido, lo que con frecuencia se traduce en un ciclo de ventas más corto y un aumento de las conversiones.
Hay que recordar, que los motores de búsqueda suelen priorizar el contenido de vídeo en sus algoritmos de posicionamiento. Según un estudio de Moz, el contenido de vídeo tiene 53 veces más probabilidades de generar resultados de búsqueda orgánica que un texto.
Otra acción recomendada, es integrar vídeos en landing pages o entradas de blog, lo que puede mejorar el tiempo de permanencia y reducir las tasas de rebote, dos señales clave que indican a Google que el contenido es valioso y relevante.
Optimizar los títulos, los metadatos y las transcripciones de los videos para palabras clave específicas de la industria, puede mejorar la capacidad de descubrimiento tanto en la búsqueda tradicional como en la búsqueda específica de videos, como YouTube o Google Video Search.
El marketing B2B moderno debe ser omnicanal. El contenido de video se distribuye a través de plataformas digitales: YouTube, LinkedIn, campañas de email marketing, seminarios web, herramientas de marketing de ventas, incluso otras redes sociales.
Es también sabido, que compartir videoclips cortos y atractivos puede mejorar el rendimiento en redes sociales y aumentar las tasas de apertura de las campañas de correo electrónico. Mejor aún, un mismo video puede reutilizarse en múltiples canales y etapas de venta con solo algunos ajustes, lo que representa ahorros en la inversión en producción.
Para muchas empresas B2B, especialmente en tecnología, manufactura o servicios, explicar soluciones puede ser un desafío. El video simplifica la jerga técnica para conectar mejor con la toma de decisiones en diferentes departamentos y resumir los beneficios.
En un mundo digital en constante cambio, la credibilidad es fundamental. Un video cuidadosamente producido permite a las marcas B2B ponerle rostro a su experiencia, humanizando a los ejecutivos, mostrando clientes satisfechos y compartiendo liderazgo de pensamiento con autoridad, lo que no solo fortalece la credibilidad, sino que logra además una conexión emocional.
Si bien el video incrementa el nivel de atención y retención del mensaje frente a otros contenidos, destaca su capacidad para generar confianza, lo que resulta esencial para los largos ciclos de ventas B2B. De hecho, alrededor del 93 por ciento de los compradores B2B afirma que el video les crea confianza en una marca.
En un entorno en donde la lucha por la atención es cada vez mayor, el video puede ser un recurso efectivo. Su versatilidad lo convierte en una herramienta ideal para comunicar ideas complejas en múltiples canales. Por ello, en el ámbito B2B debe de ser considerado como un recurso estratégico indispensable.