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El impacto de las redes sociales en la salud mental

Uno de los principales problemas asociados con las redes sociales es el tiempo ilimitado que las personas pasan en estas plataformas.

Las redes sociales han transformado la manera en que nos conectamos, compartimos información y nos comunicamos. Sin embargo, este cambio cultural no está exento de consecuencias, y el impacto de las redes sociales en la salud mental se ha convertido en un tema de creciente preocupación.

Uno de los principales problemas asociados con las redes sociales es el tiempo ilimitado que las personas pasan en estas plataformas. Y es que la facilidad de acceso desde dispositivos móviles permite un consumo constante, lo que puede contribuir a problemas de salud mental como la ansiedad, la depresión y hasta la falta de sueño.

Por ejemplo, el constante bombardeo de vidas aparentemente perfectas en las redes sociales puede llevar a la comparación constante. En especial porque las personas tienden a comparar sus vidas con las de otros, lo que puede generar una disminución de la autoestima y sentimientos de insatisfacción. Sobre todo porque la creciente necesidad de obtener aprobación a través de un like y comments puede convertirse en una fuente de presión adicional.

No es de extrañar que tanto en el ranking de aplicaciones por número de descargas como en el de usuarios activos redes sociales y mensajería instantánea ocupen el podio. Mención especial merece el caso de la plataforma TikTok, cuya popularidad ha aumentado meteóricamente durante los últimos años hasta convertirse en la app más descargada en varios meses de 2021 y 2022. Se aprecia también la clara presencia de Meta a través de sus tres productos más reconocidos tanto en México como fuera de sus fronteras: WhatsApp, Instagram y Facebook.

  • La soledad escolar está correlacionada con el aumento del uso de los teléfonos inteligentes y de Internet, de acuerdo con información de Mental Health America. 

  • El objetivo del uso de las redes sociales es entretenerse (81 por ciento), interactuar con otras personas (72 por ciento) e informarse (66 por ciento). 

  • De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2022 se registraron 93,1 millones de personas utilizando internet.

Las redes sociales han transformado la manera en que nos conectamos, compartimos información y nos comunicamos. Sin embargo, este cambio cultural no está exento de consecuencias, y el impacto de las redes sociales en la salud mental se ha convertido en un tema de creciente preocupación.

Uno de los principales problemas asociados con las redes sociales es el tiempo ilimitado que las personas pasan en estas plataformas. Y es que la facilidad de acceso desde dispositivos móviles permite un consumo constante, lo que puede contribuir a problemas de salud mental como la ansiedad, la depresión y hasta la falta de sueño.

Por ejemplo, el constante bombardeo de vidas aparentemente perfectas en las redes sociales puede llevar a la comparación constante. En especial porque las personas tienden a comparar sus vidas con las de otros, lo que puede generar una disminución de la autoestima y sentimientos de insatisfacción. Sobre todo porque la creciente necesidad de obtener aprobación a través de un like y comments puede convertirse en una fuente de presión adicional.

No es de extrañar que tanto en el ranking de aplicaciones por número de descargas como en el de usuarios activos redes sociales y mensajería instantánea ocupen el podio. Mención especial merece el caso de la plataforma TikTok, cuya popularidad ha aumentado meteóricamente durante los últimos años hasta convertirse en la app más descargada en varios meses de 2021 y 2022. Se aprecia también la clara presencia de Meta a través de sus tres productos más reconocidos tanto en México como fuera de sus fronteras: WhatsApp, Instagram y Facebook.

Estrategias para un uso saludable

– Establecer límites de tiempo

Límites de tiempo diario para el uso de redes sociales puede ayudar a evitar la sobreexposición y fomentar un equilibrio saludable entre la vida en línea y la offline.

– Fomentar la conexión real

Priorizar la conexión en el mundo real, fortaleciendo relaciones cara a cara, puede contrarrestar el impacto negativo de las interacciones en línea.

– Ser consciente del contenido consumido

Mantenerse consciente del tipo de contenido consumido y cómo afecta emocionalmente puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre el uso de redes sociales.

Cabe señalar que en promedio, los mexicanos utilizamos internet alrededor de 4.8 horas diarias, mientras que las personas que más lo usan están en el rango de 12 y 34 años, con un consumo de entre 5.5 y 6.3 horas al día, cabe señalar que los que menos la utilizan son los pequeños de entre seis y 11 años, y aquellos de más de 55, de acuerdo con información de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Se estima que alrededor de 100 millones de personas utilizan internet en México, lo que lo convierte en el segundo país latinoamericano con la mayor cantidad de internautas, después de Brasil. De hecho, hacia 2024 se pronostica que el número de usuarios de internet en México superará estos 100 millones.

Incluso, siete de cada diez mexicanos cuenta con acceso a internet. Del total de internautas que tienen 12 años o más, una leve mayoría es del género femenino. Asimismo, el segmento de los adultos jóvenes es el que cuenta con más usuarios de internet. Con respecto al nivel educativo de los internautas mexicanos, la porción de la población con estudios secundarios concluidos es la que acumula el mayor porcentaje de usuarios.

Cabe señalar que la Ciudad de México es la entidad con la mayor proporción de hogares con internet, el 86 por ciento de las viviendas cuentan con este servicio. Un contraste importante con Chiapas, donde sólo el 38.4 por ciento tienen internet, siendo el hogar es el punto más común de conexión, 95.4 por ciento de los usuarios ingresan a internet desde sus casas y cerca de la mitad también acceden desde la escuela y el trabajo.

Finalmente, el impacto de las redes sociales en la salud mental es una realidad que merece atención. Si bien estas plataformas ofrecen oportunidades de conexión y expresión, es fundamental abordar su uso de manera consciente y equilibrada. Establecer límites, fomentar la conexión real y ser consciente del contenido consumido son pasos hacia un uso más saludable y positivo de las redes sociales en nuestra vida diaria.

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