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El compromiso de las marcas en la crisis climática

Campañas de sensibilización sobre la crisis climática, la importancia de la sostenibilidad y cómo los consumidores pueden contribuir son herramientas poderosas para impulsar un cambio positivo.

En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, el papel de las marcas en la crisis climática se ha vuelto crucial. Más allá de productos y servicios, las empresas están siendo llamadas a asumir una responsabilidad más amplia, adoptando prácticas sostenibles y liderando iniciativas que aborden de manera efectiva la emergencia climática. En especial cuando las marcas no sólo son entidades comerciales sino actores influyentes en la sociedad.

Por supuesto que el compromiso de las marcas con la sostenibilidad se refleja en la adopción de prácticas ecoamigables en todas las etapas de su cadena de valor. Desde la producción hasta el empaque y la distribución, las decisiones sostenibles reducen la huella ambiental y contribuyen a la mitigación del cambio climático.

Siendo los Millennials y la Generación Z las dos generaciones más prominentes en el centro de esta transformación, y es que han sido testigos de eventos climáticos extremos, movimientos políticos y culturales, y crisis globales. Estas experiencias prácticamente los han llevado a ser más conscientes de sus elecciones, especialmente cuando se trata de apoyar a marcas que priorizan la acción climática.

La Generación Z muestra un mayor interés en torno a la vida ecológica por lo que prefiere comprar marcas que tienen un compromiso social y medioambiental, mientras que las generaciones más adultas están más preparadas para hacer cambios en su estilo de vida que supongan un beneficio para el medio ambiente, destacando los Baby Boomers. Por su parte, los Millennials son los que más reciclan y más valoran que las empresas sean transparentes sobre su proceso de fabricación.

Es así como las marcas se enfrentan a la necesidad imperativa de adaptarse a este cambiante panorama de consumidores, sobre todo cuando estas nuevas generaciones de consumidores exigen que las empresas tomen posición en materia de acción climática y sostenibilidad.

Y es que las ventajas de incorporar la acción climática en la estrategia de marca son numerosas, no sólo puede mejorar la reputación de marca sino que también puede fomentar la lealtad del cliente.

El primer paso para potenciar la identidad de marca a través de la acción climática es definir claramente los valores ambientales. Por ejemplo, Patagonia ha integrado con éxito valores medioambientales en su identidad al priorizar materiales sostenibles y producción ética.

Además, es crucial dar el primer paso en el camino de acción climática midiendo el impacto medioambiental utilizando herramientas como las calculadoras de huella de carbono.

Cabe señalar que la comunicación transparente y auténtica es clave, asegurarse de que la audiencia esté al tanto de las iniciativas de acción climática. Por lo tanto, utilizar el sitio web y las redes sociales para compartir el camino hacia una identidad de marca más verde es vital.

  • Millennials y Generación Z, juntos representan actualmente el 49 por ciento de la población mundial.

  • El 75 por ciento de los Millennials son tan conscientes del medio ambiente que están dispuestos a cambiar sus hábitos de compra para favorecer productos respetuosos con el medio ambiente.

  • Según datos de GlobalWebIndex, un 40,5 por ciento piensa que la situación en los próximos seis meses con respecto al medio ambiente se mantendrá igual y un 40,9 por ciento creen que empeorará.

En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, el papel de las marcas en la crisis climática se ha vuelto crucial. Más allá de productos y servicios, las empresas están siendo llamadas a asumir una responsabilidad más amplia, adoptando prácticas sostenibles y liderando iniciativas que aborden de manera efectiva la emergencia climática. En especial cuando las marcas no sólo son entidades comerciales sino actores influyentes en la sociedad.

Por supuesto que el compromiso de las marcas con la sostenibilidad se refleja en la adopción de prácticas ecoamigables en todas las etapas de su cadena de valor. Desde la producción hasta el empaque y la distribución, las decisiones sostenibles reducen la huella ambiental y contribuyen a la mitigación del cambio climático.

Siendo los Millennials y la Generación Z las dos generaciones más prominentes en el centro de esta transformación, y es que han sido testigos de eventos climáticos extremos, movimientos políticos y culturales, y crisis globales. Estas experiencias prácticamente los han llevado a ser más conscientes de sus elecciones, especialmente cuando se trata de apoyar a marcas que priorizan la acción climática.

La Generación Z muestra un mayor interés en torno a la vida ecológica por lo que prefiere comprar marcas que tienen un compromiso social y medioambiental, mientras que las generaciones más adultas están más preparadas para hacer cambios en su estilo de vida que supongan un beneficio para el medio ambiente, destacando los Baby Boomers. Por su parte, los Millennials son los que más reciclan y más valoran que las empresas sean transparentes sobre su proceso de fabricación.

Es así como las marcas se enfrentan a la necesidad imperativa de adaptarse a este cambiante panorama de consumidores, sobre todo cuando estas nuevas generaciones de consumidores exigen que las empresas tomen posición en materia de acción climática y sostenibilidad.

Y es que las ventajas de incorporar la acción climática en la estrategia de marca son numerosas, no sólo puede mejorar la reputación de marca sino que también puede fomentar la lealtad del cliente.

El primer paso para potenciar la identidad de marca a través de la acción climática es definir claramente los valores ambientales. Por ejemplo, Patagonia ha integrado con éxito valores medioambientales en su identidad al priorizar materiales sostenibles y producción ética.

Además, es crucial dar el primer paso en el camino de acción climática midiendo el impacto medioambiental utilizando herramientas como las calculadoras de huella de carbono.

Cabe señalar que la comunicación transparente y auténtica es clave, asegurarse de que la audiencia esté al tanto de las iniciativas de acción climática. Por lo tanto, utilizar el sitio web y las redes sociales para compartir el camino hacia una identidad de marca más verde es vital.

En especial cuando la transparencia es fundamental en la construcción de una marca sostenible. Comunicar de manera clara y honesta las acciones ambientales de una empresa no sólo construye la confianza del consumidor sino que también motiva a otras marcas a seguir el ejemplo.

De hecho, marcas líderes están invirtiendo en investigación y desarrollo de productos sostenibles e innovaciones verdes. Desde materiales reciclados hasta tecnologías de producción más eficientes.

Contrariamente a la creencia errónea de que la sostenibilidad puede afectar negativamente la rentabilidad, las marcas sostenibles están demostrando que el compromiso ambiental puede ir de la mano con el éxito económico. La lealtad del consumidor, la atracción de nuevos segmentos de mercado y la gestión eficiente de recursos contribuyen a la salud económica de la empresa.

Un ejemplo claro de compromiso para mejorar el estado del planeta lo puso Unilever tras presentar a nivel global una serie de medidas con las que busca lograr cero emisiones en todos sus productos para el 2039. Las marcas de Unilever invertirán en conjunto mil millones de euros en un nuevo fondo para el clima y la naturaleza, el cual se empleará en los próximos diez años para actuar de manera eficiente y determinante con proyectos que consideren la reforestación, captura de dióxido de carbono, la protección de la vida salvaje, restauración de paisajes y la conservación del agua.

Estas nuevas iniciativas se sumarán a las que ya están en curso. Por ejemplo, Knorr que está ayudando a los agricultores a que trabajen de manera más sustentable, Ben & Jerry’s que está reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en las granjas productoras de leche y Helados Holanda, en México, utilizando frutas de fuentes sustentables para la elaboración de sus helados y paletas.

En la crisis climática, las marcas no sólo tienen el poder de influir en el comportamiento del consumidor sino también la responsabilidad de liderar el cambio hacia prácticas más sostenibles. Por supuesto que aquellas que abrazan este papel no sólo contribuyen a la preservación del planeta sino que también construyen una reputación sólida y sostenible en un mundo donde la conciencia climática es una prioridad compartida. Y es que una marca, como motor de cambio climático, tiene la capacidad de inspirar y transformar no sólo productos sino la forma en que vivimos y consumimos para un futuro más sostenible.

Actualmente estamos viviendo un cambio de paradigma en cuanto a qué se espera de las marcas. Y es que los consumidores ya no quieren empresas que se dediquen únicamente a sacar nuevos o mejores productos, sino que esperan mucho más de ellas, quieren marcas que se impliquen, que se comprometan, que sean críticas, que resuelvan problemas y que busquen mejorar la sociedad y el entorno en el que desarrollan su actividad.

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