¿Por qué un hueco en la techumbre del estadio?
–Para que Dios pueda ver nuestros partidos
Una entrevista con el entrenador de la selección francesa en el pasado mundial de FĆŗtbol, en la que se cuestionaba sobre del cómo se forjó la nueva identidad del equipo Galo en los Ćŗltimos aƱos, el entrenador va y dice, –el principal ingrediente es contar con jugadores aptos.
Esta semana no fue un domingo cualquiera para los que seguimos al equipo de la estrella solitaria, la esperanza marchita de miles de fanƔticos a los Vaqueros de Dallas. Esta vez, el verdugo no fue Joe Montana ni el zurdo fantƔstico Steve Young. Fue un joven de sƩptima ronda de apellido Purdy. Para mis contemporƔneos no hay equipo que represente la derrota de mejor manera que los colores oro y rojo.
Contexto. Una estrella, el nĆŗmero 49 y las siglas NFL. Marcas que trascienden a otra, el estado ideal de un proyecto de posicionamiento, cuĆ”ntas marcas dentro de una gran marca. La marca NFL alberga una constelación de activos con un propio camino y mĆŗltiples identidades, estas giran en torno a un deporte que en lo general se entiende poco y ademĆ”s se practica de manera formal en pocos paĆses del orbe.
Hechos. Camisas incendiadas, televisores rotos, y una cantidad de memes inundaron las redes sociales con el hashtag #cowboys; la derrota ya habitual de este equipo en instancias de Playoffs, el equipo se acerca a las tres dĆ©cadas sin un campeonato y estarĆ” en los lĆmites de convertirse en una historia de terror para su afición, un gran porcentaje de sus seguidores no han sido testigos de las glorias de estos custodios de ganado.
Evaluación. El personaje en el que se ha centrado la crĆtica porta en el jersey el nĆŗmero 4, la analogĆa de la dirección yace en el mariscal de campo del equipo dentro del emparrillado, esta posición envuelve en gran parte los Ć©xitos y fracasos. De algĆŗn modo se le responsabiliza justa o injustamente de las derrotas. La posición de mariscal dentro del campo implica ser uno de los dos jugadores que tocarĆ” el ovoide la mayor cantidad de veces la otra posición es la del centro (centrador de balón). En este sentido, el mariscal recibe órdenes directas de los entrenadores mediante un dispositivo en el casco y este se encarga de la ejecución, es decir, de Ć©l dependen la mayorĆa de las jugadas y de trasladar la información al resto del equipo.
Diagnóstico. El consejo de la dirección (staff de entrenadores) resultarĆa simplista cuestionar las capacidades de un jugador que ha cumplido con un proceso para serlo desde la escuela secundaria y que ademĆ”s compitió por un puesto ante miles de jugadores. Sin embargo, la duda sobre de las capacidades de este sĆmil de la dirección en un equipo de americano no se puede desdeƱar, en este sentido y de un modo reduccionista dejamos al cuerpo tĆ©cnico y al mariscal con la mayor carga de responsabilidad.
Conclusión. Ejecutar, la categorĆa taxonómica de esta acción nos conduce siempre a las Ć”reas de la dirección, lo evidente es, por supuesto la mentalidad y actitud para comandar un equipo dentro del campo ha sido probada, poco se podrĆa argumentar en contra de esta cualidad que se distingue a primera vista en la historia de cada jugador o entrenador. El planteamiento sobre de la capacidad versus mentalidad existe por naturaleza al momento de evaluar una decisión de un tercero, las opiniones se dividen entre los que atribuyen a uno u otra cualidad los aciertos y desaciertos, un escape siempre siempre serĆ” culpar a la actitud y asumir la aptitud como una cualidad saldada. En el caso de quienes dirigen en nuestros equipos de trabajo, cuĆ”l de estas cualidades ponderamos para delegar el puesto de Mariscal, Āæelegimos al mĆ”s apto o al de mejor actitud?