En un momento en el que el mundo enfrenta múltiples crisis humanitarias y algunos países han decidido retirar fondos para programas de asistencia internacional, la protección de la niñez no puede esperar. La niñez en México y en el mundo se encuentra en una encrucijada: millones de niñas, niños y adolescentes viven en condiciones de pobreza, violencia, desnutrición y falta de acceso a la educación. Frente a este panorama, la solidaridad y el compromiso social se vuelven más necesarios que nunca.
Con esa convicción, Save the Children y la Orquesta Sinfónica de Minería nos unimos por segunda ocasión para celebrar: el Concierto por la Niñez, que se llevará a cabo el próximo 4 de septiembre en la Sala Nezahualcóyotl. Bajo la batuta del maestro Carlos Miguel Prieto —embajador de Save the Children desde 2024— la música se convertirá en una herramienta de esperanza y transformación. No será solo una velada cultural; será un acto de compromiso con la vida y los derechos de las niñas y niños más vulnerables en nuestro país.
Cada nota musical interpretada por la Orquesta Sinfónica de Minería tendrá un eco más profundo: resonará en las comunidades donde Save the Children trabaja para garantizar salud, educación, nutrición y protección. Cada boleto adquirido no solo abrirá la puerta a un repertorio excepcional —que incluye piezas de Édouard Lalo, Arturo Márquez, Gabriela Ortiz y José Pablo Moncayo—, sino que también se transformará en alimento, seguridad y oportunidades para la infancia que más lo necesita.
La alianza entre el arte y la acción humanitaria nos recuerda que la cultura es también un vehículo de cambio social. Mientras los recursos internacionales se reducen, es fundamental que la sociedad mexicana, sus empresas, líderes culturales y ciudadanía se sumen a este esfuerzo. No podemos permitir que la falta de financiamiento ponga en riesgo el futuro de miles de niñas y niños.
En Save the Children llevamos más de un siglo defendiendo los derechos de la niñez a nivel mundial y 52 años trabajando en México, impactando la vida de más de 400 mil personas al año en más de 20 estados del país. Pero este trabajo no es posible sin la participación activa de quienes creen en un futuro mejor para las nuevas generaciones.
El Concierto por la Niñez es, por tanto, una invitación a ser parte de una sinfonía colectiva en la que cada aporte suma: desde un boleto comprado hasta una alianza estratégica o un patrocinio.
En medio de la incertidumbre global, este concierto será un recordatorio de que la niñez no puede esperar. Que la música, como la solidaridad, trasciende fronteras y contextos, y que siempre será posible transformar realidades cuando el arte y la empatía se encuentran.
Porque invertir en la niñez es invertir en el presente y el futuro de México. Porque cada melodía puede abrir caminos de esperanza. Y porque, aunque los fondos internacionales disminuyan, nuestra convicción de proteger a las niñas y niños debe crecer más fuerte que nunca.