Internacional.- Hoy en día, las prácticas de publicidad inclusivas tienen un gran impacto social, pues sirven como posicionamiento para estar en el top of mind del consumidor.

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Tal es el caso de Vanity Fair, cuyo lanzamiento de su última edición es protagonizado por Caitlyn Jenner, quien solía llamarse Bruce Jenner. La publicidad inclusiva fomenta la diversidad, es decir, deja de lado los estigmas y tabúes creados por la sociedad, para resaltar valores que concilien con los intereses de las marcas.

La portada de la revista, ha generado en menos de un día, 675 millones, 610 mil 104 impresiones en Twitter, de los cuales el 93 por ciento ha tenido una aceptación positiva, según cifras de TweetSearch y Topsy.

El artículo de la revista, revela el proceso de transición que dio inicio en 1980, así como la vida de Jenner, quien se sentía presa en el cuerpo equivocado.

Cabe destacar, que no es el primer medio en utilizar este tipo de técnicas, pues Men’s Heath decidió organizar un concurso para la portada de la revista, en la que se pretendía insertar la fotografía del primer transgénero en aparecer en dicho medio.

Las ventajas que ofrece este tipo de publicidad se basan en la buena reputación de las marcas, pero a su vez es un gran reto, pues implica crear un mensaje que fomente respeto y aceptación. En la actualidad, los medios están utilizan este tipo de publicidad para incrementar su nicho de negocio y llegar a nuevos segmentos mercado que no habían sido considerados anteriormente.