EL pago de impuestos se ha convertido en un asunto primordial para las marcas en tiempos recientes dentro del mercado mexicano. Ante las nuevas políticas de recaudación impuestas por el gobierno federal, la lupa sobre este tema ha estado sobre grandes marcas como Bimbo, Lala y Elektra, solo por mencionar algunas.

Aunque la mayoría han aceptado sin poner tanta objeción a poner al corriente en este tipo de responsabilidades fiscales, lo cierto es que esta última firma ha destacado en medio de esta situación por su supuesta negación por pagar impuestos.

Los antecedentes

Cuando menos así lo expuso Raquel Buenrostro, jefa de impuestos al diario El País en un artículo publicado en octubre pasado, en donde se indicaba que Grupo Salinas tenían abiertos frente al Servicio de Administración Tributaria (SAT), cerca de 15 casos en contra, entre los que se encuentran algunos relacionados con TV Azteca y Grupo Elektra, en donde la empresa, a decir de Buenrostro, se negaba a ponerse al corriente.

A decir de la representante, Grupo Salinas es una de las empresas que aunque es una de las de mayor tamaño en el mercado mexicano, más se resiste a ponerse al corriente en lo que respecta al pago de impuestos.

Adicional, en el artículo afirmaba que Salinas, a pesar de ser uno de los líderes empresariales con mayo riqueza en el país, en diversas ocasiones se ha negado a pagar impuestos y, en su lugar, ha lanzado disputas para evitar este pago.

En medio de estas acusaciones que han sido la constante en diversos momento y desde diferentes voces, en horas recientes se dio a conocer que la justicia federal confirmó que Grupo Elektra realizó  operaciones contables irregulares en la desaparición de Mexicana de Aviación, razón por la cual ahora deberá pagar al SAT el crédito fiscal de 4 mil 916 millones 792 mil pesos que dicha dependencia le reclama desde hace cuatro años y medio.

Los hechos

La resolución, que fue aprobada por la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) se suma a otras tres determinaciones rendidas a finales del año pasado, en donde los jueces confirmaron tres créditos fiscales de Grupo Elektra, por un monto total de alrededor de 22 mil millones de pesos, derivados de infracciones a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) realizadas en la última década y media.

De esta manera, en el caso analizado hace apenas algunas horas el magistrado Juan Manuel Jiménez Illescas se opuso a anular del crédito fiscal en contra de Grupo Elektra que el SAT le determinó el 12 de mayo de 2016 por “omisiones en el pago del ISR, actualizaciones, recargos y multas correspondientes al ejercicio 2011”.

Puntualmente, el juez aseguró que la empresa que forma parte de Grupo Salinas, realizó una operación fiscal irregular durante 2011, cuando reportó perdidas por 9 mil 619 millones pesos en la venta de sus acciones de Mexicana de Aviación, mediante un cálculo que el SAT declaró improcedente.

“En el caso que nos ocupa, la actora, en el momento de hacer el cálculo por la venta de las acciones, sumó al costo comprobado de adquisición diversas pérdidas fiscales generadas en los años de 1991 a 1995 y amortizadas entre 1996 y 2005, lo que generó una pérdida en la venta de acciones. Es decir: la actora inclinó la balanza a su favor”, afirmó el juez, al tiempo que destacó “fue indebido que la actora adicionara tales pérdidas fiscales para efecto de calcular el costo promedio por acción en la venta de las acciones, lo que trae consecuencia que en realidad no incurriera en pérdidas, sino en utilidad, por lo que debió pagar el impuesto correspondiente”.

Insisto en que Grupo Elektra tuvo el tiempo suficiente para atender esta situación pero decidió no hacerlo, razón por la cual ahora deberá pagar una suma cercana a los 5 mil millones de pesos.

El golpe a la reputación 

Más allá de lo justo o injusto que pueda parecer el dictamen, lo cierto es que para Elektra verse involucrada en la supuesta evasión de impuestos es un golpe duro a su reputación.

La recaudación y pago de impuestos es una acción relacionada de manera directa con la responsabilidad social; las cargas impositivas tiene como fin procurar un bienestar para las sociedades en donde las marcas operan.

En esta línea, evadir el pago de impuestos o buscar reducir las cargas impositivas a través de este tipo de movimientos, es una práctica que va en contra de la responsabilidad social que las marcas hoy utilizan como bandera para conectar con sus audiencias.

De esta manera, la responsabilidad social debe abordarse desde lo más básico hasta lo más complejo de las aristas que conforman el negocio de las empresas, en donde el cumplimiento de las obligaciones fiscales de manera clara y sin trucos tendría que ser el primer paso.

Para la nación el aporte no es menor si consideramos las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indicaban que México es uno de los países con menor recaudación de ingresos por la vía de impuestos, con sólo 16.2 por ciento como porcentaje del PIB. El porcentaje es menor al promedio de Latinoamérica, que se ubica en 22.8 por ciento, así como de la OCDE con 34.2 por ciento. 

Aclarar el tema sería no sólo un acierto, sino una necesidad para Grupo Salinas, en un momento en el que muchas de sus marcas se han visto goleadas por el papel que jugaron en medio de la emergencia sanitaria.

En este sentido, resulta interesante conocer lo resultados de un reciente estudio firmado por la agencia de investigación de mercados, PQR Planning Quant, el cual indica que marcas como Elektra, CFE, Banco Azteca,TV Azteca y Starbucks de Alsea han sido calificadas como las menos solidarias entre los consumidores en medio de la pandemia.