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Se estima que la economía circular ha contribuido a una reducción del 20 por ciento en la extracción de materiales vírgenes en 2022.
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De acuerdo con el estudio Future Shopper Latam, 71 por ciento de los usuarios esperan que los comercios online desarrollen buenas prácticas de entrega y de protección al medioambiente.
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El ecommerce mexicano se posiciona como el segundo mercado online más importante en América Latina, superado únicamente por Brasil, de acuerdo con datos de Statista.
El auge del comercio electrónico en México ha transformado la forma en que los consumidores realizan compras, pero este cambio no está exento de desafíos y oportunidades en el ámbito de la sostenibilidad.
Actualmente el mundo enfrenta una creciente escasez de recursos naturales debido a prácticas insostenibles. La sobreexplotación de bosques, la contaminación del agua y la extracción masiva de minerales son sólo algunos ejemplos. Adoptar medidas sostenibles significa preservar estos recursos para las generaciones futuras. Datos recientes indican que la implementación de medidas sostenibles podría reducir la extracción de recursos en un 30 por ciento para el año 2030.
Y es que en el comercio electrónico ha aumentado la demanda de entregas rápidas, lo que contribuye al aumento de emisiones de carbono. De hecho, se estima que en este 2023 las emisiones asociadas con la logística de comercio electrónico en México han experimentado un incremento significativo. De ahí la importancia de la logística verde y la sostenibilidad.
Desde la reducción de la huella de carbono hasta embalajes sostenibles, son los principales desafíos de esta logística verde. Y es que estos desafíos poco a poco se han convertido en motivadores de compra, ya que consumidores prefieren a empresas sostenibles.
Otro enorme desafío ambiental para el comercio electrónico es la generación de residuos de envases y embalajes. La cantidad de materiales de un sólo uso utilizados en el empaque de productos contribuye a la acumulación de residuos sólidos. Este fenómeno plantea preguntas sobre la gestión adecuada de residuos y la transición hacia opciones más sostenibles.
Y es que la voz del consumidor toma cada vez mayor fuerza, las empresas escuchan más lo que quiere la población, la cual es día a día más sostenible. Los consumidores están más informados y conscientes de su poder para influir en prácticas sostenibles. Claramente la preferencia por marcas y productos que adoptan medidas sostenibles está en aumento, es así como la información proporcionada por las empresas sobre sus prácticas sostenibles influye significativamente en las decisiones de compra, lo que significa que los departamentos de sostenibilidad están tomando poco a poco la misma importancia que otras áreas como producción, ventas o logística.
Por otro lado, la electromovilidad es un elemento que están implementando para enfrentar la crisis climática, pues 23 por ciento de las emisiones mundiales de CO2 provienen del sector transporte, de acuerdo con estimaciones del International Council on Clean Transportation (ICCT).
Prácticamente la economía circular toma mayor relevancia a medida que más compañías y gobiernos están adoptando este modelo que busca que los productos tengan una mayor durabilidad, disminuyendo considerablemente la generación de residuos. Y es que la economía circular ha emergido como una respuesta clave a los desafíos ambientales y económicos del siglo XXI. Datos recientes señalan que países que han adoptado este enfoque han experimentado una disminución del 30 por ciento en la generación de residuos.
Claramente la economía circular desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, la reducción de emisiones asociada con la producción de nuevos materiales, así como la captura de carbono a través de prácticas sostenibles, contribuye significativamente a la mitigación del cambio climático. Incluso, datos recientes indican una disminución del 15 por ciento en las emisiones de gases de efecto invernadero gracias a la economía circular.
Un ejemplo claro fueron las medallas de Tokio para los juegos olímpicos, las cuales se realizaron gracias a la recolección de más de seis millones de celulares, de los cuales se generó el metal para producir cerca de 5 mil medallas de oro, plata y bronce.
Y es que esto no es de pensar, se trata de un tema realmente urgente, en especial en un planeta que se calienta cada vez más año con año. De acuerdo con datos de Statista, las emisiones mundiales de CO2 en el transporte marítimo internacional para el ecommerce de 2019 fue de 710 millones de toneladas y se prevé que para 2030 comiencen a descender hasta los 658 millones de toneladas.
El comercio en línea se ha vuelto el canal predilecto de compra de millones de consumidores a nivel mundial. Tal es la magnitud de dicho mercado que, solamente en México, su valor ya superaba los 33 mil millones de dólares en 2022. De esta forma, el ecommerce mexicano se posiciona como el segundo mercado online más importante en América Latina, superado únicamente por Brasil, de acuerdo con datos de Statista.
Finalmente, la clave está en encontrar un equilibrio que garantice la comodidad para los consumidores sin comprometer el futuro del planeta y la sociedad. La evolución hacia un comercio electrónico más sostenible depende de decisiones conscientes y acciones responsables tanto de las empresas como de los consumidores.
Además, en un mundo donde la sostenibilidad es esencial, la economía circular emerge como un faro de esperanza, ya que es una inversión en el bienestar de las generaciones futuras y en la salud a largo plazo de nuestro hogar común, la Tierra. Aunado a que la adopción de medidas sostenibles no es sólo una elección ética sino una necesidad imperante. Desde la preservación de recursos naturales hasta la mitigación del cambio climático y la mejora de la calidad de vida, la sostenibilidad abarca todos los aspectos de nuestra existencia. Ya sea a nivel individual, empresarial o gubernamental, cada esfuerzo cuenta en la construcción de un futuro equilibrado y sostenible para las generaciones venideras.
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