Alguna vez escuche a alguien decir que a los reyes se les prepara desde que nacen. A los prĂncipes se les prepara para la labor de reynar. Desde que son pequeños se invierte mucho tiempo y dinero en su formaciĂłn en diferentes habilidades y conocimientos, formas y costumbres; de igual manera el fundador de una empresa deberĂa preparar a sus sucesores desde que son pequeños si es que quiere que sigan con el legado familiar. Inculcarles el amor a la camiseta, llevarlos a trabajar desde pequeños e involucrarlos con las operaciones del negocio para que comprendan que es la empresa la que les da sustento, todo lo que tienen se les ha sido regalado por la empresa. De lo contrario solo quedara la opciĂłn de vender ante la falta de conocimiento e interĂ©s de la familia para cuando llegue la sucesiĂłn.Â
Sin embargo, que los herederos no quieran ser parte de la vida diaria de la empresa no implica que se deslinden de su responsabilidad como herederos y actuales/futuros dueños. Si su decisiĂłn de vida fue ser doctor o artista, deberán someterse a una formaciĂłn para entender su rol de dueños, ante la eventualidad de que el fundador ya no este y no quieran vender la empresa de la familia que fundo el abuelo JosĂ© Luis. Deberán prepararse para ser parte del consejo de administraciĂłn y tomar el rol de reyes, para poder lidiar con los demás consejeros y contratar al mejor equipo directivo que lleve el dĂa a dĂa de la empresa que papi dejo irresponsablemente en sus manos. Prepararse con bases financieras para entender los resultados que se les presentarán y poder tomar decisiones al respecto una vez por lo menos al trimestre y despuĂ©s regresar a salvar delfines a Australia. Lidiar con sus hermanos o su familia directa tambiĂ©n será un gran reto que requiere preparaciĂłn en habilidades blandas.
Se imaginan despuĂ©s de toda una vida de sufrimiento y trabajo par con tu negocio que te pase la siguiente situaciĂłn. El 24 de diciembre del 2014, despuĂ©s de 67 años de servir las creaciones culinarias de Don JosĂ© InĂ©s Loredo, el restaurante Caballo Bayo cerrĂł sus puertas. JosĂ© Luis Loredo, quien estaba a cargo del restaurante como segunda generaciĂłn, declarĂł en ese entonces: “Ya no es lo mismo despuĂ©s de tantos años y llegamos a la conclusiĂłn de hacer una pausa para renovarnos”. Nadie quiere ver que la segunda generaciĂłn cuelgue este letrero en la puerta “Este 29 de enero a las 16:00 horas le invitamos a la subasta de los artĂculos que fueron la imagen y nuestras herramientas de trabajo por 67 años”. La verdad casi se me sale una lagrimita cuando lo vi, el caballo bayo fue parte de toda una generaciĂłn y asĂ sin mas ni más lo cerraron. ÂżQuiĂ©n tiene la culpa el fundador o el hijo?
Esta semana tuve dos encuentros con empresas familiares en situaciones totalmente contrastantes. La primera de ellas fue con una conocida de hace años, cuyos padres formaron un negocio de transporte y logĂstica que está pasando de la segunda a la tercera generaciĂłn. Al preguntarle quĂ© tan difĂcil habĂa sido el paso de sus padres a los ocho hijos (de la primera a la segunda), me dijo: “fue tan fácil que ni nos dimos cuenta. Desde pequeños, nos involucraron en el negocio, todos tenĂamos que trabajar con responsabilidades reales y claras, con roles definidos, segĂşn los gustos y aptitudes de cada uno. Además, mi papá se jubilĂł a una edad apropiada que le permitiĂł todavĂa con salud y fuerzas dedicarse a actividades personales que amaba, a disfrutar de sus nietos y a viajar con mi mama. Cuando Ă©l muere, ya tenĂa la empresa muchos años a cargo de nosotros, sin que Ă©l interviniera.” Nos enseñó a ponernos de acuerdo entre la familia, todos fuimos a la universidad, y a convertirnos en una familia empresaria y todos respetamos la decisiĂłn de que mi hermana mayor fuera la directora, ya que era la más capacitada y con más experiencia para la tarea y todos la apoyamos desde nuestras áreas de responsabilidad. Hoy en dĂa estamos en el proceso de formar un consejo de administraciĂłn formal y que mis hermanos y yo ya no seamos parte de la operaciĂłn diaria del negocio dejando todo en manos de una administraciĂłn profesional.
Por otro lado, recibo una llamada del papá de un exalumno de la universidad. Quiere traspasar el negocio familiar en el que llevan tantos años luchando para sacarlo adelante, hoy en dĂa es una marca fuerte en su regiĂłn. Él y su esposa están pensado en el retiro, y ninguno de sus 2 hijos está interesado en trabajar el negocio, aun cuando deja muy buenas utilidades. Uno estudiĂł su carrera y se dedica a ejercer su profesiĂłn, y el otro sigue pensando en salvar al mundo y no sabe todavĂa que va a ser de su vida – a los 28 años!!-.
¿Qué hace que una empresa cambie de generación y otra muera por falta de interés de los herederos? Son muchos factores, pero uno de los principales, es precisamente la falta de preparación de los fundadores y de los herederos para hacerla trascender. Y aclaro, no estoy juzgando si está bien un caso o el otro, simplemente estoy analizando cuáles son las causas por las que hay empresas que continúan y otras que no. Aquà algunas reflexiones:
- Inculcarles el conocimiento. Que entiendan que produce el sustento familiar. Que la economĂa familiar se genera a travĂ©s de ese negocio.
- Generar una experiencia positiva. Si el negocio es fuente de conflicto, enojos, se ve como el obstáculo para pasear, divertirse, claro que no les va a gustar. Ser el hijo de la mesa 9.
- ¿qué sigan su propia vocación? Se vale… solo que una empresa tiene una responsabilidad social con sus colaboradores, con sus clientes, ¿vas a agotar una fuente de trabajo, solo porque no te gusta?
- Acompañar en vida. Decide en vida, no heredes problemas.
- Institucionaliza y prepárate tú, y prepara a tus herederos, para dejar la empresa en las manos apropiadas.
La sucesiĂłn en una empresa familiar es un tema complejo y crucial para su continuidad. Frases como “El padre la crea, el hijo la mantiene, el nieto la cierra” o “la sucesiĂłn duele, pero duele más no hacerla” resuenan con la importancia de este proceso. Es fundamental planificar la sucesiĂłn para asegurar que la empresa perdure, transmitiendo no solo la propiedad, sino tambiĂ©n los valores y la visiĂłn de la familia.
No legarĂ© a nadie un reino que no heredĂ©, sino que adquirĂ por la fuerza y a costa de sangre. Lo dejarĂ© en manos de Dios, aunque me alegrarĂa que lo consiguiese mi hijo. GUILLERMO I.
Espero que esta colaboración (número 92) sea de utilidad para ti y para tu negocio. Recuerda visitar mi canal de Youtube “FranchiseZar” donde encontrarás un gran acervo en temas de negocios, franquicias y emprendimiento. Escúchame en el canal de FB de LA FORMULA DE LA FRANQUICIA. ¿Interesado en adquirir una franquicia? Pregúntale a FranchiseZar® y #notedejessoprender. Se despide de ustedes su amigo el Zar de las Franquicias, nos vemos en la próxima.