- La nueva planta de BYD tiene una capacidad de 150,000 vehículos al año.
- Busca exportar a todo el sudeste de Asia y a otros mercados internacionales, con la idea de llegar con autos a Latinoamérica, desde Chile hasta México.
- Tailandia se está consolidando como un centro regional de ensamblaje y exportación de automóviles.
El gigante chino de vehículos eléctricos que más está dando de qué hablar estos días, BYD, inauguró una nueva planta de producción en Tailandia. Se trata de su primera incursión en el sudeste asiático.
Esto coloca a BYD en una posición dominante en un mercado regional de vehículos eléctricos que está creciendo tan rápidamente que ni el propio Elon Musk (Tesla) está comprendiendo cómo resolverlo.
Durante la ceremonia de apertura, el CEO y presidente de BYD, Wang Chuanfu, destacó la estrategia del gobierno de Tailandia en impulsar los vehículos eléctricos y su transición hacia una nueva era en la fabricación de automóviles.
“Llevaremos la tecnología de China a Tailandia”, dijo Wang.
Con este video promociona la marca su llegada a Tailandia:
Hi Thailand, home to the production line that breathes life into technology. Hi world, witness our pioneering strides towards a greener future.#BYD #BuildYourDreams pic.twitter.com/99B6tH0AAU
— BYD Global (@BYDGlobal) July 4, 2024
BYD y su estrategia de inundar los mercados
La nueva planta de BYD forma parte de una ola de inversiones que supera los 1,440 millones de dólares por parte de fabricantes chinos de vehículos eléctricos, apoyados por subsidios gubernamentales e incentivos fiscales.
Esta inversión refleja la ambición de BYD de consolidarse como un jugador clave en el mercado tailandés… y más allá.
Las acciones de BYD, que cotizan en Hong Kong, subieron un 1.8%, alcanzando sus niveles más altos en una semana, tras la inauguración de la nueva planta.
Un centro estratégico en Tailandia
Tailandia se está consolidando como un centro regional de ensamblaje y exportación de automóviles, históricamente dominado por fabricantes japoneses como Toyota, Honda e Isuzu.
Sin embargo, con un plan gubernamental que busca convertir el 30% de la producción anual de 2.5 millones de vehículos en eléctricos para 2030, el país se presenta como un terreno fértil para la expansión de BYD.
En concreto, BYD utilizará a Tailandia como un centro de producción para exportar a todo el sudeste de Asia y otros mercados internacionales a través del Pacífico, con la idea de llegar con autos a Latinoamérica, desde Chile hasta México.
Esta estrategia permitirá a BYD aprovechar las ventajas competitivas de Tailandia en términos de costos y logística.
La planta tailandesa, cuya construcción se anunció hace dos años con una inversión de 490 millones de dólares, tendrá una capacidad de producción de 150,000 vehículos al año, incluyendo híbridos enchufables.

Expansión global de BYD
Como parte de su expansión fuera de China, BYD también está construyendo su primera base de producción europea en Hungría.
Esta instalación comenzará a operar en tres años y se centrará en la producción de vehículos eléctricos e híbridos enchufables para el mercado europeo, donde la Comisión Europea ha impuesto aranceles de hasta casi el 38% a los vehículos eléctricos fabricados en China.
Los vehículos eléctricos de BYD fabricados en China incurrirán en aranceles de alrededor del 17%.
La estrategia de expansión global de BYD se basa en establecer plantas de producción estratégicamente ubicadas para servir a mercados clave y eludir barreras arancelarias.
Además, BYD está invirtiendo en tecnología y en la integración vertical de su cadena logística, lo que le permite mantener costos competitivos y controlar la calidad de sus productos.
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