En momentos de crisis como los que vive el mundo en la actualidad, el rol de las marcas se ha visto retado más allá de lograr satisfaces las necesidades alrededor de ciertos servicios o productos. Firmas de todo tipo como Burger King, Coca-Cola o Grupo Modelo, han tratado de ser especialmente activas en este proceso de recuperación que ha sido lento.

Así hemos visto como muchas de estas firmas han buscado entregar soluciones cuando menos temporales para algunas situaciones económicas que ahora apremian. Sin embargo, este no ha sido el único aspecto en el que las marcas han tratado de participar. Cuestiones sociales y culturales han comenzado a ser la norma.

La demanda del consumidor 

Y es que el consumidor quiere marcas que participen más allá del entorno económico o de negocio. Cuando menos así lo reveló el más reciente Barómetro de Confianza 2021 firmado por Edelman, el cual destacó que los mexicanos confían más en las empresas (71 puntos de confianza) que en el gobierno (44 puntos) para contener crisis y situaciones complejas.

Para las marcas esto pone la vara muy alta en temas de satisfacer las exigencias de los consumidores, en donde la transparencia será crucial para capitalizar este desafío en una verdadera oportunidad.

Ya desde 2017, Sprout Social había propuesto que las marcas debían empezar a involucrarse en temas más allá de su esfera de negocios. Por su parte, Deloitte ha publicado reportes donde demuestra cómo la ciudadanía corporativa es un valor cada vez más importante para las marcas, en especial entre el público joven. 

No obstante, las marcas aún tienen mucho que trabajar en este aspecto. Y es que aunque para el 81 por ciento de las personas, la confianza en que una marca hará “lo correcto” es un factor determinante de decisión al momento de la compra, una quinta parte están seguras que las compañías a las que les compran priorizan los intereses de la sociedad. La mayoría aseguran que este interés es solo un truco de marketing para vender.

¿Burger King se convierte en escuela?

Lo cierto es que en medio de estas cifras queda claro que el equilibrio es crucial. Cualquier movimiento en falso podría convertir los esfuerzos de una marca con propósito en un movimiento percibido como una mera estrategia para generar ventas y beneficio propio.

Esto quizás es lo que sucedió con Burger King en República Dominicana, mercado en el que se ha mantenido un particular debate alrededor de la apertura de aulas y espacios de estudio luego de la pandemia.

Con opiniones encontradas al respecto, la cadena de comida decidió ofrecer sus restaurantes como aulas para que los grupos de estudiantes que están integrados en retomar sus clases puedan utilizar estos espacios para tal fin.

De esta manera, la marca lanzó en días pasados desde sus redes sociales enfocadas al mercado mencionado un peculiar anuncio:

“¡Encendamos la educación! Desde mañana todos los Burger King se convierten en aulas”.

A esta imagen se sumó un hilo en el que la marca explicaba que partir del dpi de ayer sus restaurantes estarían disponibles de las 8 de la mañana a las 12 de la tarde para “continuar con la educación delos niños” asegurando que en sus instalaciones se podría tomar clases siguiendo todas las medidas de seguridad.

La marca indicó que los grupos no podrían ser mayores a 10 niños y se deberían registra mediante una llamada telefónica para apartar un lugar.

*Grupos no mayores de 10 alumnos*

Para coordinar los grupos de estudio comunicarse vía mensaje directo o al número 829-344-1824 ? #AbranlasAulas #burgerkingrd♥️ @COLPIRD @PpepRd

— Burger King RD (@BurgerKingRD) May 3, 2021

Las críticas 

Para muchos usuarios el asunto no fue más que una manera de generar negocio para la marca considerando lo que supondría llevar a un gran grupo de niños a “estudiar” a un restaurante fast food. 

Al mismo tiempo, los usuarios criticaron a la firma por tomar postura en un tema que para muchos se ha politizado de manera importante.

Si bien las intenciones de las marcas por sumarse a la solución de diversos problemas sociales es tangible, lo cierto es que en medio de estos esfuerzos la estrategia no puede perderse de vista.

Esta demanda ahora demanda más que nunca un entendimiento completo del contexto de los públicos meta, el cual es particularmente complejo, convulso y volátil. El éxito dependerá de un concreto y claro entendimiento de este escenario así como de lo que en realidad las marcas está posibilitadas a hacer desde sus trincheras.

Esto es poner los negocios por encima de la vida. Una estrategia para vender más, sin importar la situación pandémica actual.

Además, la comida que venden no es saludable para los niños.

De verdad no veo el aporte.

— Juan Matos (@juanmatos) May 4, 2021

Creo que son dos finalidades propaganda, y "Responsabilidad social empresarial" que los hace quedar como solidarios ,mientras obtienen algún beneficio del Estado.

— Azula Harvey (@AzulaHarvey) May 5, 2021

Q pena q una empresa como esa involucre a niños de forma indecorosa en un tema netamente de adultos. Una manipulación rastrera. Debieran ser intervenidos y enfrentar consecuencias. Un verdadero abuso!

— Vladimir Aracena Aybar (@Camouflage319) May 3, 2021