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China ha expandido el uso de robots más allá de la industria automotriz y manufacturera.
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Un estudio de la Oxford Economics estima que la automatización podría desplazar hasta 20 millones de empleos manufactureros en el mundo para 2030, siendo China uno de los países más afectados, aunque también uno de los que más invierte en reentrenamiento laboral.
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Encuestas como la de Pew Research muestran que los chinos tienden a ver con optimismo la automatización y su rol en el desarrollo del país.
Sin duda alguna, China vive en el futuro, y basta con ver un solo video viral para comprobarlo. En un país donde la innovación tecnológica avanza a pasos agigantados, la presencia de robots en tareas cotidianas ya no es una novedad, sino parte del día a día. Uno de los sectores donde más se nota esta transformación es el de los servicios, donde los humanos están siendo reemplazados poco a poco por máquinas inteligentes.
Un ejemplo claro es el caso de un usuario que pidió comida a domicilio desde un hotel en China. Lo sorprendente no fue el platillo que ordenó, sino quién lo entregó: un robot. El video compartido en redes sociales muestra el momento exacto en que la puerta de su habitación fue tocada por la máquina. Al abrir, el robot equipado con una pantalla con expresiones faciales animadas le solicitó el código de su habitación para confirmar la entrega.
El usuario destacó que su comida llegó en perfecto estado, sin salpicaduras ni maltratos, algo que, según él, supera incluso el estándar humano. Esta experiencia evidencia el nivel de precisión, limpieza y eficiencia con el que operan estas tecnologías, diseñadas para ser cada vez más autónomas e intuitivas.
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China es uno de los países líderes en la adopción de inteligencia artificial y robótica aplicada al entorno urbano. Desde robots camareros, asistentes de hotel, repartidores autónomos, hasta limpiadores y agentes de seguridad, el avance de la automatización está redefiniendo la manera en que se prestan los servicios básicos.
Según datos del International Federation of Robotics, China es el país con mayor densidad de robots industriales en el mundo, y sus ciudades se convierten en verdaderos laboratorios del futuro donde la interacción entre humanos y máquinas es constante.
Este tipo de casos nos hace preguntarnos si estamos frente al fin del trabajo humano tal como lo conocemos. Por ahora, lo cierto es que pedir comida en China puede convertirse en una experiencia digna de ciencia ficción pero completamente real.
En ese contexto, la industria del delivery está viviendo una transformación profunda impulsada por tecnologías como la automatización, la inteligencia artificial y, más recientemente, el uso de drones. Este cambio no solo redefine cómo se entregan los productos, sino que también responde a la creciente demanda de velocidad, eficiencia y sostenibilidad en el comercio electrónico y el sector de alimentos.
Según un informe de McKinsey & Company, se estima que el mercado global de entregas instantáneas (same-day delivery) alcanzará un valor de $55 mil millones de dólares en 2030, impulsado por innovaciones tecnológicas que reducen tiempos de entrega y costos logísticos. Dentro de este segmento, el uso de drones y vehículos autónomos representa una de las soluciones más prometedoras para enfrentar desafíos como el tráfico urbano, la escasez de repartidores y la necesidad de reducir emisiones de carbono.
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