• Armani ha sido una de las máximas representantes del lujo a nivel internacional, por lo que sus problemas tienen que verse con cautela.

• La importancia de delegar de forma efectiva en la industria se ha convertido en una apuesta sobre la que deben de trabajar las empresas.

• El mercado de lujo se basa en el heritage de sus marcas, pero la evolución es necesaria para lograr que estas compañías sigan siendo relevantes.

El mercado de lujo es muy acotado y esto eleva la importancia de cada una de las marcas que constituyen a una de las industrias más exquisitas en el mundo.

Armani ha reportado una caída en su beneficio del 37 por ciento, así como una contracción en sus ventas de un 9.8 por ciento y esto tal vez se deba a un problema operativo.

La marca de lujo se ha distinguido por contar con un complejo ecosistema de marcas en donde se distinguen Giorgio Armani, E7, Emporio Armani y Armani Exchange.

Cada una de estas firmas le han dado la capacidad a la compañía de expandirse en categorías desde la deportiva hasta la hotelera.

A pesar de esta diversificación, la marca podría estar cometiendo el error que muchas empresas cometen hoy en día: no saber delegar de manera de efectiva.

Giorgio Armani, fundador de la marca, continúa siendo el presidente, CEO y gerente general, por lo que probablemente se está cometiendo un error al no permitirle concentrar en el crecimiento de la marca, por distraerse en temas operativos.

La falta de capacidad para delegar es parte de un fenómeno que impacta negativamente entre las empresas, sobre todo cuando estas no apuestan por motivar los talentos de su base de directivos y empleados, al contrario, se concentran en actividades que limitan el crecimiento de las empresas haciendo de la falta de skills una tendencia negativa que perdura.