El gobierno del virtual presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, prohibiría la siembra de productos agrícolas con semillas de origen transgénico, según palabras de Víctor Villalobos, quien ocuparía la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Sagarpa.
En un encuentro sostenido con los medios de comunicación -donde también se anunció la búsqueda de la autosuficiencia alimentaria nacional y una reducción organizacional de tres a dos subsecretarías sin que, según dijo, existan despidos- Villalobos afirmó que partir de la nueva administración federal, que arrancará el próximo 1 de diciembre, estará prohibido el cultivo con semillas transgénicas en los campos mexicanos, las cuales, se dice, podrían representar riesgos en la salud de los consumidores.
El anuncio resulta relevante para el sector empresarial mexicano toda vez que, según estimaciones de Greenpeace México divulgadas en 2016 a través de su Guía de
consumo responsable y sin transgénicos, hasta ese momento existían diferentes marcas que no negaban el uso de ingredientes producidos a partir de organismos modificados mediante ingeniería genética, es decir, que se le han incorporado genes de otro organismo para producir ciertas características.
Algunas de las empresas señaladas por Greenpeace son Herdez -a través de su marca La Gloria-, Coca-Cola -con sus bebidas Coca-Cola, Beberé, Fresca, Sprite y Valle Frut, entre otras-, Pepsico -bebidas Gatorade, Pepsi Cola, y Seven Up, entre otras- Bimbo, Kellogs, Nestlé, Milpa Real, Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma -Bohemia, Heineken, Indio, entre otras- Grupo Modelo -cervezas Corona, Modelo, Pacífico, Stella Artois y Victoria, entre otras-, Coco Milk, Snickers, Bachoco, Ricolino, Marinela, Kraft, La Costeña y La Sierra, entre muchas más.
Se insiste: son marcas que no han negado que utilicen ingredientes de origen transgénico para su elaboración, aunque tampoco lo han afirmado. Por otra parte, muchas de ellas estarían utilizando ingredientes de importación en sus fórmulas, pero muchas otras sí podrían requerir de insumos vegetales mexicanos, que como se describió párrafos atrás, ya no podrán generarse a partir de semillas genéticamente modificadas.