Información publicada por el rotativo estadounidense The Seattle Times, Amazon ha iniciado un proceso mediante el cual despedirá a cientos de empleados en su sede central así como en otros mercados en los que opera, mismos que se concentrarán en el negocio de consumo minorista del dicha empresa, que incluye juguetes, libros y productos comestibles.

De acuerdo con información publicada por la cadena CNBC, el movimiento es parte del proceso de planificación anual realizado por la marca el cual consiste en reducir personal en ciertos lugares y áreas, para hacer contrataciones masivas en otros.

Es decir, la idea es asignar los puestos vacantes a las empresas o líneas de negocio del grupo que mayor crecimiento están experimentado tales como Alexa o las divisiones enfocadas a entretenimiento.

La decisión resulta interesante si consideramos las cifras de fuerza laboral entregadas por la propia empresa a finales del año pasado. De acuerdo con el reporte financiero anual, la compañía con sede en Seattle cerró el 2017 con un total de 566  mil empleados (tiempo completo y medio tiempo) alrededor del mundo, cifra que es impresionante si consideramos que el gigante del e-commerce cerró 2016 con una base de 341 mil 400 colaboradores, con lo que estaríamos hablando de un incremento de 65.7 por ciento en sólo 12 mese, según las proyecciones entregadas por Statista.

Esto significa que tan sólo el año pasado la firma creó 130 mil puestos de trabajo, que se sumaron a los casi 90 mil que supuso la adquisición de Whole Foods.

El movimiento llega en un momento bastante interesante para la organización misma así como para la industria del retail.

Para muchos especialistas, la apertura de Amazon Go, la tienda que elimina los cajeros y propone menores interacciones entre vendedores y compradores, ese el principio de una era en la que una parte importante de los colaboradores más tradicionales en las plantillas de los retailers serían sustituís por la tecnología.

No obstante, el movimiento de Amazon también ejemplifica que al tiempo que tecnologías como la inteligencia artificial podría eliminar o reducir puestos de trabajo en ciertas áreas, también incrementará la demanda de capital humano especializado en otras, hecho que podría equilibrar la balanza.