AT&T ha intensificado sus esfuerzos en la lucha por salvar su proyectada compra de Time Warner, amenazando con citar al responsable de la división antimonopolio del Departamento de Justicia estadounidense a declarar con respecto a su decisión de entablar un juicio para frenar la fusión.
La firma de telecomunicaciones cree que Trump y el responsable de la división, que anteriormente trabajó en la Casa Blanca, fue designado por el presidente y que discutieron la transacción antes de que el gobierno presentara una demanda para frenar el acuerdo en noviembre, según una afirmación hecha por la empresa a Bloomberg.
La compañía está buscando comunicaciones con el departamento y la Casa Blanca acerca de la fusión. El movimiento involucra posibles riesgos y recompensas, ya que se tiene conocimiento de que la antipatía de Trump por CNN.
Dentro de lo legal se plantea el argumento de que la fusión perjudicará a los consumidores, aunque el juicio pueda tener una motivación política, teniendo en cuenta la crítica de Trump hacia CNN, según explica Michael Carrier, profesor de Derecho en la Universidad Rutgers.
“No me imagino una prueba irrefutable, como si dijera ‘Hagamos esta demanda, señor presidente, porque queremos cargar contra CNN’”, dijo Carrier. “Lo veo como una manera de llamar la atención”.
Si se aprueba, la fusión redefiniría el panorama de medios uniendo un gigante de la telefonía al propietario de CNN, Warner Bros., TNT, TBS y HBO. AT&T, dueño de DirecTV, es el mayor distribuidor de TV paga, además de una potencia de dispositivos móviles y fijos.
El Departamento de Justicia sostuvo que permitir a AT&T ser dueño de películas y series de TV que circulen por sus canales dañaría a los consumidores y a los competidores.
La Casa Blanca y el Departamento de Justicia niegan que Trump haya estado involucrado en la revisión. Señalan que la fusión, con un valor de 85 mil 400 millones de dólares, elevaría los costos para los consumidores y reduciría las opciones combinando los canales de distribución de AT&T con el contenido de Time Warner.
El juicio fue un revés sorprendente para un acuerdo que parecía en vías de aprobación, justo cuando el Departamento de Justicia dio el visto bueno a la compra anterior de NBCUniversal por parte de Comcast, que combinó distribución y contenido.