Internacional.- Imposibilitada de competir con el bajo precio de fábricas de China y Corea del Sur, Panasonic debió ceder y decidir que sus TV ya no tengan tecnología japonesa en las pantallas.
Competir en precio con compañías chinas o surcoreanas es casi imposible. Una prueba de ello es la decisión de la fabricante japonesa de electrónica Panasonic, que debió abandonar definitivamente la producción de pantallas LCD para sus propios televisores.
La causa es, precisamente, la fuerte oferta de productos similares que llega de China y Corea del Sur y que no le permite ser competitiva en materia de precios.
Según dieron a conocer este martes medios japoneses, Panasonic no fabricará más pantallas de cristal líquido en Hyogo, al oeste de Japón, desde septiembre. Sin embargo, seguirá produciendo televisores, pero con pantallas que serán importadas de una de las empresas surcoreanas que hasta ahora era parte de la competencia.
En Hyogo, Panasonic produce mensualmente 810 mil paneles LED de 32 pulgadas, con ventas estimadas en 720 millones de dólares. Sin embargo, por la imposibilidad de competir en precios, la demanda cayó a niveles insostenibles en los últimos meses.
Más allá de seguir haciendo TV, el objetivo principal a partir de ahora será centrarse en la producción de piezas para dispositivos médicos, monitores de automóviles y otros componentes que, aunque menos masivos, son más específicos y tienen mayor valor unitario por la complejidad del proceso de producción (algo que los japoneses saben hacer muy bien).
En 2014, la compañía ya había abandonado el negocio de las pantallas de plasma para televisiones. Según Nikkei y Reuters, sin Panasonic, quedan en todo Japón sólo dos plantas produciendo monitores LCD para TV: una es Hon Hai (o Foxconn) y la otra, Sharp.