La participación de niñas, niños y adolescentes no es un lujo ni un gesto simbólico: es un derecho fundamental. Cuando les damos voz, no sólo se empoderan: fortalecen su identidad, autoestima y su sentido democrático. Esta participación debe ser voluntaria, adecuada a su edad, segura, respetuosa, relevante, inclusiva, guiada con sensibilidad y con mecanismos de rendición de cuentas claras y criterios clave para que no se reduzca a un trámite decorativo, sino a una práctica que transforma.
En Save the Children México, creemos que el derecho a la participación debe estar acompañado de entornos que fomenten el diálogo, el respeto y la corresponsabilidad con quienes cuidan y educan a las nuevas generaciones. Es por eso que somos parte de la Alianza Nacional por una Crianza Positiva, junto a otras organizaciones de la sociedad civil, impulsada por UNICEF México. Esta alianza impulsa políticas públicas que fortalecen los vínculos afectivos, mejoran la comunicación entre niñas, niños, adolescentes y sus cuidadores, y previenen el abuso y la negligencia mediante prácticas respetuosas y no violentas. Además, esta red de colaboración promueve una visión integral de crianza con enfoque de derechos, imprescindible para consolidar entornos en los que la participación infantil no sólo sea posible, sino valorada activamente.
El pasado 5 de septiembre, esta alianza celebró un panel que congregó voces diversas para reflexionar y proponer formas efectivas de participación de la infancia y adolescencia. Este espacio fue clave para compartir experiencias, recoger propuestas y motivar acciones concretas en torno a la crianza positiva y el ejercicio del derecho a participar.
La relevancia de este encuentro se evidenció con la participación de adolescentes de todo el país, entre ellas Ámbar, integrante de nuestro programa Niñas Imparables. En el panel “Criando a México y al mundo”, Ámbar junto a otras y otros adolescentes compartieron qué necesitan para que todas las familias puedan vivir una crianza positiva. Su voz nos recuerda que la participación no se trata solo de escuchar, sino de transformar realidades a partir de lo que niñas, niños y adolescentes identifican como urgente y necesario.
Este panel fue más que un ejercicio de discurso: fue una oportunidad para escuchar directamente a quienes habitualmente no son escuchados. Niñas, niños y adolescentes se sentaron junto con especialistas, tomadores de decisiones y defensores de derechos, construyendo colectivamente una hoja de ruta para mejorar entornos de cuidado y decisiones públicas. Así, la Alianza Nacional por una Crianza Positiva no sólo promueve una crianza basada en evidencia y empatía, sino que abre espacios concretos para que las nuevas generaciones influyan y transformen la realidad que les incumbe.
La participación real demanda estructuras que la habiliten: información clara, canales de incidencia, representación auténtica, metodologías adaptadas y adultos formados para escuchar. En Save the Children México lo sabemos bien: fortalecer esos canales es tarea de todos. Una política de crianza positiva y estrategias participativas complementarias pueden incidir en hogares, escuelas y comunidades, fomentando una cultura de escucha real y corresponsable.
Es urgente que gobiernos e instituciones fortalezcan la coordinación intersectorial: salud, educación, protección social, cultura, entornos digitales y justicia deben orientarse a la creación e implementación de políticas que garanticen entornos seguros y respetuosos para la niñez. La Alianza Nacional por una Crianza Positiva constituye un soporte valioso y estratégico, necesitamos que sus propuestas se traduzcan en infraestructura, formación, presupuestos y legislaciones integrales. Los paneles y espacios públicos de diálogo deben dejar huella más allá del evento: retroalimentación, compromisos claros y seguimiento son indispensables.
En conclusión, el derecho a la participación no florece solo. Requiere semillas sólidas: un entorno de crianza positiva, plataformas institucionales reales y momentos de encuentro efectivamente inclusivos como el panel del 5 de septiembre. Desde Save the Children México renovamos nuestro compromiso de trabajar con niñas, niños y adolescentes, para que no sólo sean escuchados, sino que sus voces transformen decisiones, políticas y el futuro colectivo.