Cada 30 de julio, el mundo recuerda una de las violaciones mĆ”s graves a los derechos humanos: la trata de personas. En este delito, millones de personas son engaƱadas, desplazadas, explotadas, muchas veces con fines sexuales o laborales. Entre las vĆctimas mĆ”s vulnerables estĆ”n las niƱas, niƱos y adolescentes. Y entre los espacios donde esta violencia puede pasar inadvertida, lamentablemente, estĆ” la industria del turismo.
MĆ©xico, como paĆs de origen, trĆ”nsito y destino de vĆctimas de trata, enfrenta un desafĆo urgente y complejo. Por ello, desde Save the Children nos unimos con la SecretarĆa de Turismo en la actualización del Código de Conducta Nacional para la Protección de NiƱas, NiƱos y Adolescentes en el Sector de los Viajes y el Turismo cobra una relevancia ineludible. Esta herramienta, no solo es una guĆa de buenas prĆ”cticas: es un compromiso Ć©tico, legal y social para blindar al sector turĆstico contra cualquier forma de explotación infantil.
El turismo tiene una cara luminosa: genera millones de empleos, celebra la diversidad cultural, acerca a los pueblos. Pero también puede ser la puerta de entrada para redes de explotación que se aprovechan de la movilidad, el anonimato y la desigualdad. La trata de personas no ocurre solo en las sombras, puede comenzar en un hotel sin protocolos, en una agencia que no capacita a su personal o en un establecimiento donde la niñez trabaja sin protección.
Afortunadamente, el Código ha marcado un precedente internacional. Reconocido por ONU Turismo como una de las mejores 16 prĆ”cticas del mundo, su implementación permite a hoteles, agencias, guĆas y otros prestadores asumir una postura activa contra el trabajo infantil y la explotación sexual. A travĆ©s de cuatro directrices claras ācompromiso institucional, sensibilización del personal, protocolos de acción y comunicación con clientesā, el Código crea entornos turĆsticos mĆ”s seguros y dignos.
Pero este compromiso no puede quedarse en papel. A menos de un aƱo de que MĆ©xico reciba a millones de visitantes por el Mundial 2026, el paĆs tiene ante sĆ una oportunidad histórica: demostrar que puede ser un anfitrión ejemplar no solo en lo deportivo, sino en el respeto total a los derechos de la niƱez y adolescencia. Eventos masivos como el Mundial āque estimulan la actividad turĆsticaā tambiĆ©n pueden generar riesgos si no se actĆŗa con prevención, responsabilidad y coordinación interinstitucional.
Implementar el Código de Conducta Nacional para la Protección de NiƱas, NiƱos y Adolescentes en el Sector de los Viajes y el Turismo no es solo una obligación moral, es tambiĆ©n una inversión en la reputación de MĆ©xico como destino turĆstico seguro, Ć©tico y comprometido. Las y los turistas buscan cada vez mĆ”s experiencias autĆ©nticas y responsables. Proteger a la niƱez tambiĆ©n es proteger el corazón del turismo.
Si tĆŗ eres un prestador de servicios turĆsticos, te invitamos a sumarte al Código, capacitar a tu personal, adoptar protocolos y enviar un mensaje claro: NO a la explotación sexual infantil, NO al trabajo forzoso, NO a la trata de personas.
En vĆsperas del Mundial 2026 y en el marco del DĆa Mundial contra la Trata de Personas, recordemos que el turismo no solo mueve economĆas: puede ser tambiĆ©n una poderosa herramienta para mover conciencias. Pero para lograrlo, debemos actuar hoy.