- Marcas como Mercedes‑Benz, Audi, Volvo, Polestar y Renault rechazan CarPlay Ultra para conservar el diseño y funciones propias.
- Apple incluyó a Aston Martin como primer fabricante en integrar Ultra en Estados Unidos y Canadá, sin intercambio de datos vehiculares.
- El 98% de autos nuevos en Estados Unidos tienen CarPlay y acumulan 600 millones de usos diarios.
Apple había presentado CarPlay Ultra hace unos tres años, pero sólo lo lanzó en Aston Martin. El sistema trasciende la pantalla de entretenimiento de los vehículos: muestra datos del motor del auto, controla el clima, la radio y otros sistemas, e incluso permite personalizar el panel del conductor.
De hecho, gestiona funciones clave como temperatura, velocidad, consumo de combustible y presión de los neumáticos, integrando los datos del vehículo con la información del iPhone.
Sin embargo, la novedad de este miércoles 25 de junio es que marcas como Mercedes‑Benz, Audi, Volvo, Polestar y Renault decidieron no adoptar CarPlay Ultra, incluso cuando figuran en la lista inicial de 14 fabricantes anunciada en 2022 por Apple.
En la lista estaban también Ford, Honda, Porsche y Jaguar, pero se “bajaron” en aquel momento citando motivos de “soberanía digital”.
Más cerca en el tiempo, Renault envió un mensaje directo a Apple: “No intenten dominar nuestros sistemas”.
BMW, por su parte, dijo que mantendrá la versión estándar de CarPlay, pero se negó a ceder el control total del tablero.
Volvo, en tanto, dice ahora que no competirán en software con empresas tecnológicas: “Hay otros que pueden hacerlo mejor, y por eso deberíamos ofrecer eso en nuestros autos”.
Aston Martin abre el camino
Aston Martin fue el primer fabricante en implementar CarPlay Ultra, disponible en EE.UU. y Canadá en modelos como DBX, Vantage, DB12 y Vanquish. Integró el sistema con su software propio, sin sacrificar su diseño ni ocultar los relojes físicos tradicionales.
Además, dijo desde el inicio que Apple no tendría acceso a los datos del vehículo, los cuales permanecen almacenados en su sistema interno.
La principal preocupación de las automotrices radica en ceder el control de los servicios dentro del auto.
Apple ofrece CarPlay Ultra de forma gratuita, lo que facilita su adopción por parte de los usuarios, pero limita a los fabricantes para monetizar vía datos o suscripciones. General Motors ya dio un paso: en 2023 anunció la eliminación de CarPlay y Android Auto en algunos vehículos eléctricos, en favor de su plataforma Ultifi, que prioriza la experiencia integrada y permite generar ingresos por servicios.
GM justificó que depender de terceros limita su capacidad de innovar, mientras que el control propio facilita actualizaciones OTA y monetización directa de software y datos.
La presión del mercado y los usuarios
Paralelamente, Apple informó que el 98 % de los autos nuevos en Estados Unidos ya incorporan CarPlay estándar, con un uso diario de 600 millones de personas.
Una encuesta de McKinsey de 2023 reveló que casi 50% de los compradores no adquirirían un auto sin CarPlay o Android Auto, y el 85% prefieren el sistema frente a los propios del auto.
Esto presiona a los fabricantes a ofrecer la integración aunque no estén dispuestos a entregar el tablero a Apple.
Según Apple, más fabricantes adoptarán CarPlay Ultra, entre ellos, Hyundai, Kia, Genesis y Porsche.
Porsche planea ofrecer soporte en futuros modelos, según su diseñador jefe Michael Mauer. Ford, Nissan e Infiniti no se han expresado, mientras que Jaguar Land Rover lo sigue evaluando, según el Financial Times.
Lo cierto es que Apple avanza hacia el dominio del tablero con CarPlay Ultra, integrando funciones de vehículo con entretenimiento desde el iPhone.
Sin embargo, las automotrices, en especial las de lujo europeas, quieren frenar ese avance para proteger su diseño, marca y capacidad de monetizar servicios.
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