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Según Statista, el 49 por ciento de los consumidores prefiere pagar por una mejor experiencia.
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Microsoft ha sido objetivo de varias señalizaciones tras presuntamente impedir las nuevas funciones de Chrome en su sistema operativo.
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El 62 por ciento de usuarios está dispuesto a cambiar de marcas tras una mala expectativa.
Desde principios de junio, usuarios de Windows han reportado que Google Chrome ha dejado de funcionar correctamente cuando el sistema de control parental Family Safety de Microsoft está activado.
Al menos el 62 por ciento de usuarios se dispone a cambiar de marca tras no satisfacer sus necesidades con la actual, mientras que el 49 por ciento opta por pagar más para tener una mejor participación en diferentes aspectos, según Statista.
Aunque se trata de una función diseñada para proteger a menores y estudiantes al restringir el acceso a ciertos contenidos, un error reciente ha provocado que el navegador de Google simplemente no se abra o se cierre automáticamente.
El problema, que comenzó a reportarse el 3 de junio, ha generado confusión entre padres y administradores escolares, especialmente porque navegadores como Firefox y Opera siguen operando con normalidad.
Algunos usuarios han encontrado soluciones temporales, como renombrar el archivo Chrome.exe, o desactivar filtros específicos dentro de Family Safety, aunque esto último elimina por completo las restricciones de navegación para menores.
Un representante de soporte de Chrome confirmó que el bloqueo está vinculado directamente a Family Safety y que la incompatibilidad ha sido identificada. Sin embargo, Microsoft no ha ofrecido aún una solución ni ha emitido una postura pública, a pesar de que el fallo ya suma más de dos semanas sin corrección.
Microsoft ha sido criticado anteriormente por tácticas agresivas para disuadir a los usuarios de instalar o utilizar Chrome, como insertar ventanas emergentes, mensajes confusos e incluso modificar los resultados en Bing para favorecer a Edge, su navegador propio.
Aunque todo apunta a un error técnico y no a una maniobra deliberada, la situación vuelve a poner en entredicho el historial de Microsoft respecto a la neutralidad en la experiencia de navegación dentro de Windows. Hasta ahora, no hay fecha estimada para que se repare este bloqueo.
Competencia entre marcas tecnológicas
La competencia entre marcas tecnológicas es una de las más intensas y visibles en el panorama global.
En este sector, la innovación constante, la velocidad de desarrollo y la fidelidad del consumidor son factores determinantes. Las empresas no solo compiten por cuota de mercado, sino también por posicionarse como líderes en diseño, funcionalidad, sostenibilidad y experiencia de usuario.
Esta rivalidad impulsa mejoras continuas, pero también genera tensiones en aspectos como patentes, campañas publicitarias agresivas o disputas legales.
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Cada lanzamiento es una batalla directa por capturar la atención del consumidor, y en muchas ocasiones, las diferencias entre productos son mínimas, por lo que las estrategias de marketing y branding juegan un rol central.
La construcción de ecosistemas cerrados, la integración de servicios propios y el uso de tecnologías exclusivas también son armas para mantener a los usuarios dentro de una misma plataforma.
Apple y Samsung
Un ejemplo clásico de esta competencia es la rivalidad entre Apple y Samsung, especialmente en el mercado de smartphones. Ambas marcas han protagonizado campañas directas una contra la otra, además de mantener disputas legales por propiedad intelectual.
A pesar de sus enfoques distintos , ambas compiten constantemente por liderar en ventas, percepción de marca y avances tecnológicos. Este tipo de competencia, aunque feroz, también ha sido clave para acelerar la evolución de la tecnología a nivel mundial.
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