En un mundo donde vemos como la Inteligencia Artificial (IA) en sus diferentes aplicaciones ha ido en aumento prácticamente en cualquier industria o negocio, nos vemos a veces amenazados por las creaciones que esta tecnología puede ofrecer en detrimento de la creatividad de autores, artistas, ingenieros, fotógrafos, cineastas, etcétera.
En una reciente presentación sobre la IA y su aplicación a la comunicación realizada por el Dr. Jorge Hidalgo Toledo, experto en este tema, nos decía que la IA jamás podrá sustituir o reemplazar la creatividad humana, si bien hoy podemos generar imágenes o videos desde varias aplicaciones de IA, el secreto siempre estará en que le solicitamos al sistema.
De hecho, se ha comentado que una de las especialidades dentro de los departamentos de IA serán los especialistas en “prompters”, en otras palabras, saber qué solicitar al sistema de una manera clara y mu bien focalizada. No olvidemos que la IA se alimenta de mucha información desde muchas fuentes, entre ellas la que generamos nosotros mismos.
Hace unas semanas en conmemoración del fallecimiento de una de mis hermanas, una sobrina creo una canción dedicada a ella, la letra se basaba en la personalidad, sus características físicas, experiencias personales, momentos emocionantes, relaciones humanas y otros aspectos.
El resultado fue muy conmovedor y de incredulidad, pues tal parecía que la había escrito un gran compositor musical. Esto me impacto sobre la versatilidad con la que podemos crear obras a través de aplicaciones de la IA. Aplicaciones como AIVA, Amper Music, SoundDraw y Boomy son algunos ejemplos.
Por ello la creatividad y la Inteligencia Artificial (IA) no lo son compatibles sino complementarias. En lugar de ser una amenaza para la creatividad humana, la IA se está convirtiendo en una herramienta poderosa que puede potenciarla y expandir sus límites.
La IA no “crea” de la misma manera que un ser humano, con emociones, experiencias o conciencia. Su “creatividad” se basa en algoritmos que analizan vastas cantidades de datos (textos, imágenes, música, etcétera) para identificar patrones y generar nuevas ideas o combinaciones. La IA puede actuar como un brainstorming ilimitado.
Puede generar rápidamente una multitud de ideas, conceptos, variaciones o soluciones a partir de indicaciones, lo que puede servir como punto de partida o inspiración para los humanos.
Muchas tareas tediosas y que consumen tiempo en el proceso creativo (como edición básica, corrección de estilo, o la generación de múltiples versiones de un diseño) pueden ser automatizadas por la IA. Esto libera a los creativos para que se enfoquen en la conceptualización, la originalidad y los aspectos más estratégicos de su trabajo.
De la misma manera, la IA puede procesar y analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones, tendencias y preferencias de la audiencia. Esto es invaluable para campos como el marketing, donde la comprensión del público objetivo es clave para crear contenido relevante y atractivo.
Cuando un artista, escritor o diseñador se enfrenta a un bloqueo, la IA puede ofrecer sugerencias, diferentes perspectivas o incluso generar elementos que ayuden a romper esa barrera. Actualmente, los artistas y creadores están utilizando la IA como un colaborador. Pueden entrenar a los algoritmos con su propio estilo para que generen piezas que reflejen su visión, o experimentar con nuevas estéticas y estilos que de otra manera no habrían imaginado.
Las herramientas de IA hacen que la creación sea más accesible para personas sin habilidades técnicas o artísticas avanzadas. Cualquiera puede generar imágenes, música o texto con unas pocas indicaciones.
Herramientas como DALL-E, Midjourney y Stable Diffusion permiten generar imágenes sorprendentes a partir de descripciones textuales. Artistas como Mario Klingemann o Refik Anadol han utilizado la IA para crear obras innovadoras. Plataformas como AIVA o Google MusicLM pueden componer melodías y piezas musicales en diversos géneros, e incluso aprender estilos musicales específicos.
Hay numerosas herramientas de IA para escritura creativa (Writesonic, Copy.ai, Claude AI, Grammarly) que pueden ayudar a generar ideas, reescribir textos, corregir la gramática y el estilo, o incluso escribir borradores completos de contenido. La IA también la podemos utilizar para generar logotipos, tipografías, diseños de interfaz de usuario y optimizar la experiencia del usuario.
IA: ¿Pero cuál es el papel del ser humano?
Aunque la IA puede generar producciones impresionantes, la creatividad humana sigue siendo el motor de la innovación. Los humanos aportan originalidad y verdadera invención, la IA combina patrones existentes; la creatividad humana puede romper con esos patrones y crear algo verdaderamente nuevo e inesperado como la profundidad emocional y comprensión contextual: Los artistas impregnan sus creaciones con emociones, experiencias personales, valores culturales y una comprensión profunda del contexto social, algo que la IA aún no puede replicar.
Detrás de cada obra creativa generada con IA, hay una intención y una dirección humana. Es el ser humano quien decide qué crear, para qué y cómo evaluar el resultado.
Las formas híbridas de arte combinan creatividad humana con tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad aumentada, sensores, algoritmos generativos y más. Estas formas no solo amplían los medios de expresión, sino que también transforman la experiencia del espectador. Hoy día podemos crear obras inspiradas por ejemplo, en la naturaleza y las matemáticas.
Sin embargo, siempre hay riesgos, sobre todo con las posibles violaciones de derechos de autor, por ejemplo, una imagen generada por IA basada en estilos de artistas reales puede infringir derechos sin intención. Si muchas personas usan las mismas herramientas y modelos, las creaciones pueden volverse repetitivas o predecibles. Estilos visuales generados por IA que se parecen entre sí porque usan los mismos conjuntos de datos.
La IA puede generar contenido que no respeta contextos culturales, históricos. Una IA que mezcla símbolos religiosos o culturales sin entender su significado. Por esto es importante considerar usar la IA como herramienta complementaria, no como sustituto, seamos conscientes de los límites éticos y legales. Debemos fomentar educación creativa y el pensamiento crítico, así como promover la diversidad de estilos y enfoques en el uso de Inteligencia Artificial.
En resumen, la relación entre la creatividad y la Inteligencia Artificial no es de competencia, sino de colaboración. La IA es una herramienta poderosa que, cuando se utiliza de manera ética y consciente, puede amplificar las capacidades creativas humanas y abrir nuevas avenidas de expresión artística y resolución de problemas