Hace unos meses escribí que el marketing más poderoso no era el que gritaba más fuerte, sino el que se comportaba como persona. El que entendía, respondía y acompañaba. Bueno, hoy te traigo el otro lado de la moneda: el marketing que ya no necesita personas.
Y no, no es exageración.
Meta -sí, el imperio de Zuckerberg- está construyendo un sistema en el que los anuncios se corren solos, las creatividades se generan automáticamente y los copies los escribe la inteligencia artificial. ¿El objetivo? Eliminar intermediarios. O dicho en cristiano: dejar fuera a las agencias.
Sí, sí, ya sé que soné muy drástico. Pero siendo realistas, muchos pequeños negocios no tienen el presupuesto para contratar una agencia. A duras penas logran mantenerse en pie mientras su negocio despega.
Y seamos honestos: México no es precisamente un país que abrace al emprendedor… pero bueno, ese es otro tema (esta columna no es de política, es de marketing).
Volviendo al punto.
La apuesta de Meta es clara: si tienes un pequeño negocio, no necesitas una agencia. Solo escribes en una caja “vendo joyería hecha a mano” y la plataforma se encarga de lo siguiente:
- Te genera varias creatividades (fotos o gráficos generados con IA).
- Escribe los textos del anuncio (adaptados a tu rubro).
- Define audiencias, presupuesto y duración.
- Ajusta sobre la marcha si ve que algo no funciona.
Y todo eso sin que hables con nadie. Sin brief. Sin diseñador. Sin planner. Solo tú, Meta y tu tarjeta.
Porque sí, el mundo ya está girando hacia allá: donde los servicios están cada vez más digitalizados. Todo es más fácil, más rápido… y la mayoría de la gente prefiere no tener contacto humano.
Hace cinco años, una amiga se burló de mí porque le dije que todavía me gustaba llamar por teléfono para pedir mi pizza. ¿Tú te acuerdas cuándo fue la última vez que lo hiciste? Si rondas los 35 años o más, probablemente lo recuerdas con cierta nostalgia.
Pero si tienes menos de 35… lo más seguro es que ni sabías que eso se podía hacer. Ahora imagina a alguien que está emprendiendo y quiere evitarse complicaciones: esto le facilita la vida, le ahorra pasos y le resuelve todo, sin depender de nadie.
¿Está bien? ¿Está mal? No lo sé. Es diferente.
Pero como siempre he dicho: si no hay un humano detrás que piense, que construya contigo, o tú como dueño no lo usas como herramienta (y no como reemplazo), seguro te irá mal. No seamos ingenuos: las agencias que solo suben campañas o hacen lo que la plataforma ya puede hacer… están en peligro real.
Zuckerberg no lo dijo con estas palabras, pero el mensaje es claro:
“¿Para qué pagarle a alguien por hacer lo que mi IA hace mejor, más rápido y sin errores?” ¿Fuerte, no?
A mí se me puso la piel chinita cuando lo escuché. Pero después de razonarlo, entendí que al final Meta le está abriendo la puerta a más personas para que puedan explotar su plataforma, publicitarse y ahorrarse tiempo y dinero.
Claro, el joven empresario monocromático -como buen Zuckerberg- no da paso sin huarache: lo que hace es facilitarte el camino, sí, pero también llenar más rápido sus propios bolsillos.
Ahora, esto no es el fin de todo. Y como siempre lo he dicho: será el fin de los que no evolucionen. Porque si solo eres “el que pauta” o “el que diseña el arte en Canva”, ya hay un algoritmo que te puede sustituir por 3.99 al mes. Es momento de dejar de ser operativos para volvernos estratégicos
Las agencias que sobrevivirán —y brillarán— son las que:
- Hacen branding con narrativa, no solo visuales bonitos.
- Entienden el negocio del cliente, no solo su feed.
- Proponen ideas que conectan, más allá de la data.
- Usan la IA como herramienta, no como reemplazo de talento.
La clave está en pensar:
¿Qué valor agregado doy? ¿Qué ofrezco que la IA no puede replicar?
Porque al final, los humanos somos la computadora más compleja que existe… y si jugamos bien, seguiremos creando cosas increíbles. Y justo ahí está el punto.
Lo que antes era diferenciador —saber pautar, segmentar, redactar copys— hoy ya no lo es. Lo que hoy sí marca la diferencia es el criterio, la visión, la empatía.
Y eso, al menos por ahora, no se puede automatizar. Así que si tú eres agencia, freelance, consultor o creativo: que no te dé miedo la IA, pero tampoco la subestimes.
Zuckerberg ya puso las cartas sobre la mesa. Ahora nos toca mover las nuestras. Y si esto te hizo ruido (o sudar), hablemos. Sigo creyendo que las ideas buenas no mueren, solo se adaptan. Y si tu marca quiere hacerlo bien —con o sin algoritmo—, acá estoy.
Gracias por leerme. Si quieres escribirme, mi correo es [email protected].