A dos días del 30 de abril, donde en México celebramos el día del niño y con la clásica extensión al mes del niño que sirve a las marcas para crear más promoción, hoy grito 1, 2, 3 por encontrar a tu niño interior que está escondido dentro de ti.

He escuchado muchas veces que la imaginación se relaciona con tu niño interior o con regresar a tu infancia, y es que cuando éramos niños, éramos inocentes y decidíamos creer y crear casi sin límites y claro, sin preocupaciones. A pocos días de que además del mes del niño, se termine el mes de la creatividad y la innovación, re conectemos con nuestro lado creativo volviendo a ser niños.

¿Para qué volver a ser niños? No solo lo planteo para tener una visión diferente e ideas frescas, también para ser más empáticos y afrontar los retos desde diferentes perspectivas. Es por eso que te dejo 5 sencillas instrucciones para reconectar con tu niño interior.

Deja las preocupaciones a un lado. Olvídate de todo y piensa qué es ser niño, cómo era y cómo has cambiado. Fluye, deja volar tu imaginación, despreocúpate por un momento o un día al menos. Realmente siéntete y vuélvete niño.

Visita la isla de las bobadas. Así es, compórtate como un niño, tal cual como en “Intensamente”, de Disney (si no la has visto, corre a verla). Empieza por sonreír, por reírte a carcajadas como lo hacías antes, por hacer burradas o payasadas sin pena. Grita, persigue, sé travieso, cuenta chistes que te nazcan aunque sean terribles. Deslízate en el carrito del súper, corre sin frenos, imita a alguien o a algo, gira hasta marearte, baila libremente.

Sé espontáneo y libre. Deja a un lado el qué dirán, quita todas aquellos prejuicios. Rompe las reglas dentro de lo razonable, claro. Di lo que piensas y considera todas las ideas que lleguen a ti, pero primero deja que lleguen a ti, déjalas libres. Busca la forma de ser libre como cuando eras niño, libre de responsabilidades y libre de fronteras.

Recuerda y recuérdate. ¿Qué comías?, ¿qué jugabas?, ¿qué escuchabas?, ¿dónde te la vivías? Pero, sobre todo, recuerda ¿qué soñabas? Exacto, piensa en cuál era tu sueño y en quién querías ser. Refúgiate pero a la vez libérate, busca soluciones sencillas como lo hacías antes. ¿Qué tal? ¿Qué recordaste? Ahora literal hazlo, ve por esos dulces que te hacían feliz o escucha esa música que te transportará a ti mismo, a tu yo del pasado.

Juega de verdad. Si tienes hijos o sobrinos ayuda, si no, juega con quien más confianza le tengas. Corre, grita, gana, pierde, pero sobre todo disfruta. Acuéstate y ve las nubes, pon al mundo de cabeza y velo desde otra perspectiva. Diviértete como enano, disfruta al 100. Juega en lo que sea que estés haciendo o por hacer, dale un giro, hazlo con emoción.

¿Qué tal? ¿Seguiste o seguirás las instrucciones? Este 30 de abril, no solo se conmemora a los que hoy son niños, también a nuestros niños interiores. Déjalo salir, salúdalo, juega con él, platica con él.

FELIZ DÍA DEL NIÑO. Recuerda que como dijo Tom Stoppard; “si llevas tu infancia contigo, nunca envejecerás”.

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