“Nunca permitiremos que nadie intimide, oprima o subyugue a China. Habrá sangre en la cabeza de los que se golpeen contra la Gran Muralla forjada por más de 1.400 millones de chinos”.
Las palabras fueron parte del discurso que el líder chino Xi Jinping pronunció ante más de 70 mil personas en la simbólica plaza de Tiananmen para conmemorar el centenario de la fundación del Partido Comunista del gigante asiático.
En toda la ceremonia, el gobierno chino no perdió la oportunidad de mostrar su poder y alcance, bañando de rojo a todo el país.
El clásico “traje de Mao” que usó Xi no fue casualidad. Es el diseño que usaban los líderes comunistas de la Revolución China, especialmente su máximo referente, Mao Zedong.
Mao fue el máximo dirigente del Partido Comunista de China y fundador de la República Popular China. Bajo su liderazgo, el Partido se hizo con el poder en la China continental en 1949 (Uniqlo hizo un homenaje hace un tiempo).
En la ceremonia del 1 de julio de 2021, Xi dijo que el auge de China es “irreversible gracias al Partido Comunista” y que “el tiempo en que el pueblo de China fue pisoteado, sufría y fue oprimido ha culminado para siempre”.
Dejó en claro que su partido es el único que se ha demostrado capaz de transformar una nación pobre en la segunda potencia económica del planeta y que continuará creciendo “en las próximas décadas” para seguir transformándola.
?? Xi Jinping celebra el avance “irreversible” de China en el centenario del Partido Comunista #AFP https://t.co/Z3LCbBOMbn pic.twitter.com/qo0DofDO2h
— Agence France-Presse (@AFPespanol) July 1, 2021
El mensaje del presidente chino se transmitió en vivo para todo el país, desde una ceremonia colmada de grandilocuencia en la plaza que ha sido desde siempre el centro físico y espiritual del sistema comunista.
El rojo fue el denominador común, con flores, banderas y aviones, todo bajo el mismo tono. En ese contexto, Xi Jinping advirtió a las fuerzas extranjeras que “se derramará sangre” si intentaran impedir el ascenso de Pekín.
“Nadie puede subestimar la firme determinación, voluntad y poderosa capacidad del pueblo chino de salvaguardar la soberanía y la integridad territorial del país”, agregó Xi sobre la misma puerta de Tiananmen, ante un atril con la hoz y el martillo comunistas, y con el gran retrato de Mao debajo.
China y el objetivo cumplido
En el festejo del gigante asiático por el primer centenario del Partido Comunista, Xi dijo que ha “cumplido el objetivo de lucha fijado para el primer centenario de construir una sociedad modestamente acomodada”.
Como se esperaba, el discurso, que duró más de una hora, estuvo marcado por un claro tono nacionalista. Es que los 100 años del Partido Comunista chino llegan cuando la tensión con Estados Unidos se ha acrecentado y aumenta la desconfianza mutua entre los países occidentales y China.
Esta tendencia es ha acumulado por años, pero se ha acrecentado con la pandemia de covid-19.
Xi también aseguró que “el mundo necesita a China para la prosperidad” y que es posible el “crecimiento económico gracias al socialismo con características chinas”, con “el marxismo como garante del bienestar del pueblo”.
Además, Xi amenazó con “medidas decididas” para anexar a Taiwán.